La oración
de la tarde es el momento para confesar las faltas y pedir perdón por ellas,
dar gracias por lo que hemos hecho bien y por las gracias recibidas, hacer
propósitos apoyados en la ayuda de Dios para cerrar el día que ya pasó y
guardarlo en lugar seguro, y como primer paso hacia el bien para el día siguiente.
San John Henry Newman |
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