sábado, 3 de junio de 2023
miércoles, 24 de mayo de 2023
PEDID Y RECIBIRÉIS, PARA QUE VUESTRA ALEGRÍA SEA COMPLETA
Mirad, hijos míos, el tesoro de un cristiano no está en este mundo, sino
en el cielo. Así pues, nuestro pensamiento tiene que encaminarse haca donde
está nuestro tesoro. La persona humana tiene una tarea muy bella, la de orar y
la de amar. Vosotros oráis, vosotros amáis: he aquí la felicidad de la persona en
este mundo. La oración no es otra cosa que la unión con Dios. Cuando el corazón
es puro y está unido a Dios, uno percibe en su interior un bálsamo, una dulzura
que embriaga, una luz que deslumbra. En esta íntima unión, Dios y el alma son
como dos trozos de cirio fundidos en uno: ya no se pueden separar.
¡Qué hermosa es esta unión de Dios con su pequeña criatura! Es una felicidad
que sobrepasa toda comprensión. Merecíamos no saber orar, pero Dios, en su bondad,
nos permite hablar con Él. Nuestra oración es incienso que Él recibe con
infinita benevolencia. Hijos míos, tenéis un corazón pequeño, pero la oración
lo ensancha y lo capacita para amar a Dios. La oración es una pregustación del
cielo, un derivado del paraíso. Nunca nos deja sin dulzura. Es como la miel que
desciende al alma y lo suaviza todo. Las penas se deshacen en la oración bien
hecha como la nieve bajo el sol.
SAN JUAN MARÍA VIANNEY
Conocido
como el Santo Cura de Ars, en el año 2010 Benedicto XVI lo nombró patrono de
los sacerdotes (1786 – 1859)
Fuente: Magnificat, mayo 2023
martes, 23 de mayo de 2023
CURSO DE LITURGIA
9. LA PARTICIPACIÓN DE LOS LAICOS EN LA LITURGIA (II)
(CONTINUACIÓN)
Pese
a lo anterior, no debe pensarse que en la liturgia todo está cerrado y los
ministros deben limitarse a una mera repetición mecánica de los ritos,
oraciones y rúbricas. Liturgia no es sinónimo de rigidez, aunque no admite
arbitrariedad. Precisamente la no
arbitrariedad es una de las características de la liturgia: se sustrae a la
intervención del individuo ya que en la liturgia y mediante ella, se entra en
contacto con algo superior (Revelación) y se crea una comunión universal que
supera las iglesias locales. El Misal es sumamente variado en oraciones,
prefacios, misas, como par que pueda decirse que no haya una gran variedad de
textos para escoger, dependiendo lógicamente del calendario litúrgico y otras
circunstancias. En este aspecto es donde hay que encajar la creatividad
litúrgica, escogiendo dentro de la variedad y no inventando lo que no existe.
La mejor pastoral que puede hacerse consiste en una buena liturgia, no debe
existir esa excusa tan recurrida de lo pastoral para justificar una liturgia
mal hecha.
“La
participación es un término que viene del latín participatio (partem-capere
= tomar parte) y es sinónimo de intervención, adhesión, asistencia”. En efecto,
hoy día la palabra es usada frecuentemente y todo el mundo pide, en cualquier
ámbito de la vida, participar. Para los cristianos, el fundamento de la
participación está en el Bautismo, dado que todo bautizado está revestido de la
dignidad sacerdotal. Se ha interpretado la participación pensando en que
consiste en la intervención del mayor número de personas posibles durante el
mayor tiempo posible. ¡Craso error! No se trata de multiplicar vana y
artificialmente las acciones a realizar pensando que, con eso, se aumenta la
participación ya que la auténtica participación consiste en dar paso a la
acción de Dios.
En
la liturgia no podía ser menos y es uno de los conceptos claves de la reforma
litúrgica. Tiene sus antecedentes más cercanos en el motu proprio Tra le
sollecitudini, de san Pío X y, más próximos al Vaticano II en la encíclica Mediator
Dei, de Pío XII (20.XI.1947). Pero es en la SC cuando este principio de
participación toma cuerpo como algo esencial. Es toda la asamblea litúrgica la
que está implicada en la acción litúrgica, pero cada uno de sus miembros
intervienen de modo distinto “según la diversidad de órdenes, funciones y
participación actual” (SC 26). La diferencia entre la participación de los
ministros ordenados y los laicos no sólo es de grado sino también esencial.
Fuente: Curso de Liturgia. (Cf)
Pedro Sergio Antonio Donoso Beant
lunes, 22 de mayo de 2023
CURSO DE LITURGIA
9. LA PARTICIPACIÓN DE LOS LAICOS EN LA LITURGIA (I)
Fuente: La identidad teológica del laico. Almudi.orgHablar de creatividad y participación litúrgica es un tema que puede malinterpretarse. La liturgia es ejercicio del sacerdocio de Cristo, que se hace visible en la Iglesia. Toda celebración litúrgica es acción de Cristo. En este sentido, la liturgia es de la Iglesia, no de nadie en particular, por lo cual sus ministros no pueden adueñarse de ella. “A nadie le está permitido, ni siquiera al sacerdote, ni a grupo alguno, añadir, quitar o cambiar algo por propia iniciativa” (SC 22 y también CDC 846). Para mejor ilustrar esta cuestión valgan unas líneas tomadas de un libro del papa Benedicto XVI titulado “El espíritu de la Liturgia. Una introducción”. La cita, larga pero obligada, dice así:
“La
“creatividad” no puede ser una categoría auténtica en la realidad litúrgica.
Por lo demás, este término ha crecido en el ámbito de la cosmovisión marxista.
“Creatividad” significa que, en un mundo privado de sentido, al que se ha
llegado por una evolución ciega, el hombre crea finalmente un mundo nuevo y
mejor, partiendo de sus propias fuerzas. En las modernas teorías del arte se
alude con ello a una forma nihilista de creación: el arte no debe imitar nada;
la creatividad artística es el libre gobierno del hombre, que no se ata a
ninguna norma ni a finalidad alguna, y que tampoco puede someterse a ninguna
pregunta por el sentido. Puede que en estas visiones se perciba un clamor de
libertad que, en un mundo dominado por la técnica, se convierte en un grito de
socorro. El arte, así concebido, aparece como el último reducto de la libertad.
El arte tiene que ver con la libertad, eso es cierto. Pero la libertad así
concebida está vacía: no libera, sino que deja que aparezca la desesperación
como la última palabra de la existencia humana. Este tipo de creatividad no
puede tener cabida en la liturgia. La liturgia no vive de las “genialidades” de
cualquier individuo o de cualquier comisión”.
(continúa mañana)
Fuente: Curso de Liturgia. (Cf)
Pedro Sergio Antonio Donoso Beant
sábado, 20 de mayo de 2023
viernes, 19 de mayo de 2023
VUESTRA ALEGRÍA, NADIE OS LA QUITARÁ
Estad siempre
alegres en el Señor. El apóstol nos
manda alegrarnos, pero en el Señor, no en el mundo. Pues, como afirma la
Escritura: El que quiere ser amigo del mundo se hace enemigo de Dios. Del
mismo modo que un hombre no puede servir a dos señores, tampoco puede alegrarse
en el mundo y en el Señor. Que el gozo en el Señor sea el triunfador, mientras
se extingue el gozo del mundo…
No afirmamos esto como si
no debiéramos alegrarnos mientras estamos en el mundo, sino en el sentido de que
debemos alegrarnos en el Señor también cuando estamos en este mundo. Pero alguno
puede decir: “Estoy en el mundo, por tanto, si me alegro, me alegro allí donde
estoy”. ¿Pero es que por estar en el mundo no estás en el Señor? Escuchad lo
que afirma el apóstol Pablo de Dios, Señor y Creador nuestro: En él vivimos,
nos movemos y existimos. El que está en todas partes, ¿dónde no estará? ¿Acaso
no nos exhortaba precisamente a esto? El Señor está cerca; nada os preocupe.
Gran cosa es esta: el mismo que asciende sobre todos los cielos está cerca
de quienes se encuentran en la tierra. ¿Quién es este, lejano y próximo, sino
aquel que por su benignidad se ha hecho próximo a nosotros?
San Agustín
Oriundo de Tagaste (en la actual Argelia), fue obispo
de Hipona. Es uno de los cuatro grandes padres de la Iglesia latina. Es doctor
de la Iglesia (354-430)
Fuente: Magnificat, Mayo 2023
jueves, 18 de mayo de 2023
La ASCENSIÓN del SEÑOR
El cielo es tuyo ¿Subes o te quedas?
La Ascensión clava nuestra esperanza en nuestra propia felicidad eterna. Así como Jesús ha subido con su cuerpo eternizado a la patria de los justos, así el mío y el de mis hermanos, el de todos los fieles que se esfuercen, subirá para nunca bajar, para quedarse siempre allí.
La Ascensión, además, es un subir, es un superarse de continuo, un no resignarse al muladar. Subir, siempre subir; querer ser otro, distinto, mejor; mejor en lo humano, mejor en lo intelectual y en lo espiritual. Cuando uno se para, se enferma; cuando uno se para definitivamente, ha comenzado a morir. Se impone la lucha diaria, la tenaz conquista de una meta tras otra, hasta alcanzar la última, la añorada cima de ser santo. Esa es mi meta, esa es mi cima. ¿También la tuya?
(...)
Dios creó al hombre, a ti y a mí, para que, al final, viviéramos eternamente
felices en la gloria. Si te salvas, Dios consigue su plan, y tú logras tu
sueño. Entonces habrá valido la pena vivir...(...)
Al final de la vida lo único que cuenta es lo hayamos hecho por Dios y por
nuestros hermanos. "Yo sé que toda la vida humana se gasta y se consume
bien o mal, y no hay posible ahorro. Los años son ésos y no más, y la eternidad
es lo que sigue a esta vida. Gastarnos por Dios y por nuestros hermanos en Dios
es lo razonable y seguro".
P.
Mariano de Blas LC
Fuente: Catholic.net
http://es.catholic.net/op/articulos/23436/el-cielo-es-tuyo-subes-o-te-quedas.html#modal
martes, 16 de mayo de 2023
Curso de Liturgia
8. SIGNOS DE REVERENCIA: LAS
POSTURAS ( y II)
Fuera
de las posturas propias de la Misa hay otras posturas que pasamos a relacionar.
Se pueden adoptar dos clases de posturas corporales: la inclinación y la
genuflexión.
v LA
INCLINACIÓN: Indica reverencia y honor a las personas o a lo que representan y
puede ser de dos tipos: inclinación de cabeza e inclinación de cuerpo o
profunda, que se hace desde la cintura.
o
La inclinación de cabeza es la que se hace cuando se nombran juntas las tres divinas
Personas y cuando se pronuncia el nombre de Jesús, de la Virgen María y del
santo del que se hace memoria en una celebración litúrgica.
Se
debe hacer reverencia profunda en el Credo arrodillándonos si es la Solemnidad
de Navidad o la fiesta de la Anunciación del Señor. Asimismo, la bendición
presidencial que concluye la Misa se debe recibir con inclinación de cabeza.
o
La inclinación se llama de cuerpo o
reverencia profunda cuando se hace a partir de la cintura. Es la
inclinación que se hace al altar cuando no está allí el Santísimo; también se
debe hacer inclinación profunda cada vez que se sirva al obispo o se pase por
delante de él; se hace antes y después de las incensaciones y en algunas otras
ocasiones en que está dispuesto (por ejemplo, la que hace el sacerdote al decir
determinadas oraciones con las que personalmente se prepara; por ejemplo, para
leer el Evangelio o para empezar la plegaria eucarística; igualmente, cuando se
recita el Credo se hace esta inclinación a las palabras: “Y, por obra del
Espíritu Santo, se encarnó de la Virgen María”. Son gestos sencillos
impregnados de sentido religioso).
Deben hacer inclinación profunda al altar que simboliza a Cristo y no al sacerdote, como equivocadamente se hace a veces, todas aquellas personas que suban al presbiterio para realizar alguna función (por ejemplo, los lectores o los que van a hacer las peticiones de la Oración Universal de los Fieles, que vulgarmente llamamos preces, tanto al llegar como al marcharse).
v LA GENUFLEXIÓN: Se hace siempre con la rodilla derecha llevándola hasta el suelo y significa adoración. Por ser signo de adoración está reservada al Santísimo Sacramento y a la Santa Cruz en la liturgia del Viernes Santo.
En resumen, se debe hacer genuflexión cada vez que
pasemos por delante del Santísimo Sacramento e inclinación profunda al altar
todos los que se acercan al presbiterio o se alejan de él (por ejemplo, los que
se han acercado para hacer alguna lectura o petición).
Fuentes: Curso de Liturgia. (Cf)
Pedro Sergio Antonio Donoso Beant
y Centro de Pastoral litúrgica
lunes, 15 de mayo de 2023
Curso de Liturgia
8. SIGNOS DE REVERENCIA: LAS POSTURAS (I)
La ordenación General del Misal romano da unas normas claras de las posturas corporales que hay que adoptar durante la Eucaristía. Para el Misal Romano “la postura uniforme, seguida por todos los que tomas parte en la celebración, es un signo de comunidad y unidad de la Asamblea” (OGMR nº 42).
Las posturas corporales que el Misal Romano indica (OGMR 43) son las que resumimos a continuación:
v ESTAR DE PIE: Es una forma de demostrar nuestra confianza filial y nuestra disponibilidad para la acción, para el camino. El estar de pie significa la dignidad de ser hijos de Dios, no esclavos agachados ante el amo. Es la confianza llana del hijo que está ante el padre a quien respeta muchísimo y a quien, al mismo tiempo, tiene cariño. Al mismo tiempo, al estar en pie manifestamos la fe en Jesús resucitado que venció a la muerte y la fe en que nosotros resucitaremos también; el estar agachado y postrado no es la última postura del cristiano, sino el estar en pie resucitado. Estaremos en pie:
o Desde el canto de entrada hasta el final de la oración Colecta.
o Durante la lectura del Evangelio y el canto del Aleluya que le precede.
o Durante la profesión de Fe (Credo) y la oración de los Fieles.
o Desde que empieza la oración de las ofrendas hasta la consagración.
o Después de la consagración hasta después de la comunión.
o Desde la oración de después de la comunión hasta que el sacerdote abandona el altar.
Todas las oraciones deben oírse de pie como actitud de respeto y buena disposición. Esta generalizada la costumbre (errónea) de oír sentados la oración sobre las ofrendas.
v SENTADOS: Significa la confianza de estar con los amigos, con paz y tranquilidad. Cuando estamos en el templo, estamos en casa. Sentados podemos hablar con intimidad y largamente con el Señor, que está ahí presente. También uno se sienta para escuchar y aprender cuando un maestro habla. Estaremos sentados:
o Durante las lecturas que preceden al Evangelio, incluido el Salmo responsorial.
o Durante la homilía
o Mientras se hace la preparación de los dones en el ofertorio
o A lo largo del silencio posterior a la comunión.
v DE RODILLAS: Sólo ante Dios debemos doblar nuestra rodilla. Ponernos de rodillas significa que nos reconocemos pecadores ante Él. La genuflexión ante el Santísimo es un saludo reverencial de fe, en homenaje de reconocimiento al Señor Jesús. Debemos hacerlo en forma pausada y recogida. Estaremos solamente durante la Consagración, aunque por razones de edad, incomodidad del lugar o aglomeración que lo impida se podrá estar respetuosamente de pie.
v POSTRADOS: Se usa en ciertos momentos escasos, en que el alma cristiana se siente más indigna de dirigirse a Dios, cargada de responsabilidades, o en un luto universal como el Viernes Santo por la muerte de Jesús, o cuando la pena y desconsuelo son tan inmensos que no se ve solución. Por ejemplo: el futuro sacerdote, cuando se postra el día de su ordenación sacerdotal; o algunas monjas, el día en que entran al convento o hacen su profesión religiosa, se postran en el suelo, indicando no tanto el abatimiento, sino la necesidad de protección de Dios y la impotencia personal. Es signo de humildad y penitencia.
v LA PROCESIÓN: Más que un gesto litúrgico, es un rito. En las celebraciones habituales (por ejemplo, en la Santa Misa), los ministros realizan movimientos que tienen carácter procesional: al principio, antes del evangelio, etc. También los fieles adoptan esta actitud al presentar las ofrendas y cuando comulgan. Además, hay procesiones excepcionales unidas al año litúrgico (como la del Domingo de Ramos y la del Corpus Christi), o en circunstancias particulares de la vida de la Iglesia (por ejemplo, la de una comunidad parroquial el día de las fiestas patronales). La procesión simboliza, principalmente, el carácter peregrinante de la Iglesia. También, a veces, es un signo muy expresivo de fe y devoción. Deben hacerse con dignidad y respeto.
Fuentes: Curso de Liturgia. (Cf)
Pedro Sergio Antonio Donoso Beant
y Centro de Pastoral litúrgica
jueves, 11 de mayo de 2023
ORAR NO ES PEDIR
“Orar no es pedir. Orar es ponerse en manos de Dios, a su disposición, y escuchar su voz en lo profundo de nuestros corazones”.
Santa
Teresa de Calcuta
miércoles, 10 de mayo de 2023
DÓNDE TE BUSCARÉ
Señor, si no estás aquí,
¿dónde te buscaré estando
ausente?
Si estás por doquier,
¿cómo no descubro tu presencia?
Cierto es que habitas en una
claridad inaccesible.
Pero, ¿dónde se halla esa
inaccesible claridad?
¿Quién me conducirá hasta
allí para verte en ella?
Y luego, ¿con qué señales,
bajo qué rasgos te buscaré?
Nunca jamás te vi, Señor, Dios mío;
no conozco tu rostro….
Enséñame a buscarte y muéstrate
a quien te busca,
porque no puedo ir ten tu
busca
a menos que Tú me enseñes,
y no puedo encontrarte si Tú no te manifiestas.
Deseando te buscaré,
te desearé buscando,
amando te hallaré
y encontrándote te amaré.
San Anselmo
miércoles, 3 de mayo de 2023
martes, 18 de abril de 2023
domingo, 2 de abril de 2023
sábado, 18 de marzo de 2023
Sábado III de Cuaresma. MEDITACIÓN
TEN PIEDAD DE MÍ, QUE SOY UN PECADOR
Es
importante que insistas en lo que es el fundamento de la santidad y el
fundamento de la bondad; esto es, la virtud de la que Jesús se presenta
explícitamente como modelo: la humildad. La humildad
interior más que exterior. Reconoce que eres verdaderamente una nada,
miserable, débil, plagado de defectos, capaz de cambiar el bien en mal, de
abandonar el bien por el mal, de atribuirte el bien y justificarte en el mal y,
por amor a este mal, menospreciar a Aquel que es el bien supremo.
No
te acuestes nunca sin haber hecho previamente un examen de conciencia de cómo
has pasado el día. Vuelve hacia el Señor todos tus pensamientos y conságrale tu
persona y la de todos los cristianos. Luego, ofrécele tu sueño como alabanza de
gloria, sin olvidar nunca a tu buen ángel de la guarda que permanece a tu lado.
SAN
PÍO DE PIELTRECINA (1887-1968)
Capuchino
italiano. Se le atribuyen hechos sobrenaturales: estigmas, curaciones,
bilocaciones y lectura de conciencias de los fieles que se confesaban con él.
Fuente:
Magnificat, marzo 2023
viernes, 17 de marzo de 2023
jueves, 16 de marzo de 2023
Jueves III de Cuaresma
SAN JOSÉ,
FIEL GUARDIÁN DE LOS MISTERIOS DE LA SALVACIÓN
Si
comparamos a José con el resto de la Iglesia universal de Cristo, ¿no es este
el hombre privilegiado y providencial, por medio del cual la entrada de Cristo
en el mundo se desarrolló de una manera ordenada y sin escándalos? Si es verdad
que la Iglesia entera es deudora a la Virgen Madre por quien recibió a Cristo,
después de María es a san José a quien debe un agradecimiento y una veneración
singular.
José
viene a ser el broche del Antiguo Testamento, broche en el que fructifica la
promesa hecha a los patriarcas y a los profetas. Solo él poseyó de una manera
corporal lo que para ellos había sido mera promesa. No cabe duda de que Cristo
no sólo no se ha desdicho de la familiaridad y del respeto con que le trató
durante su vida mortal, somo si fuera su padre, sino que la habrá completado y
perfeccionado en el cielo. Por eso, también con razón se dice: Entra en el
gozo de tu Señor. Acuérdate de nosotros, bienaventurado José, e intercede
con tu oración ante Aquel que pasaba por hijo tuyo; intercede también por
nosotros ante la Virgen, tu esposa, madre de Aquel que con el Padre y el Espíritu
Santo vive y reina por los siglos de los siglos.
San Bernardino de Siena
Famoso predicador franciscano (1380 – 1444); fue gran difusor de la devoción al nombre de Jesús bajo las iniciales JHS
(Jesús, Hombre, Salvador)
Fuente: Magnificat, marzo 2023
miércoles, 15 de marzo de 2023
Miércoles III de Cuaresma. REFLEXIÓN BASADA EN MATEO 5, 17-19
JESUCRISTO se inserta en el movimiento histórico revelador de Dios en que se dirige al Pueblo de Israel a través de la Ley (Moisés) y los Profetas. Todo lo anterior no va a sufrir una ruptura radical; Jesucristo se inserta en esa historia para dar plenitud y sentido a todo lo anterior en Él. Hay quien piensas que puede cumplir los mandamientos por sí mismo, con su sola fuerza. Esto, según la doctrina católica, no es verdad: sin la gracia divina, no podemos cumplir la Ley natural durante largo tiempo y con la misma intensidad. Estamos “tocados” por el pecado original. Por esa razón necesitamos la gracia de la confesión, la gracia de la Eucaristía. Vivir como cristiano, sin la gracia, no es posible. El pelagianismo ambiental (la doctrina que dice que el hombre todo lo puede con sus solas fuerzas) hace que se pierda la sensibilidad hacia esta realidad, de ahí que la cascada progresiva hacia el mal sea inevitable. Lo vemos todos los días, en mayor o menor medida. Los periódicos, paradójicamente, nos dicen que “el Evangelio es verdad”
AUTOR: Pablo Cervera Barranco
Fuente: Magnificat especial
Cuaresma