jueves, 30 de abril de 2020
Celebraciones a partir del 11 de mayo
MEDIDAS DE PREVENCIÓN PARA LA CELEBRACIÓN DEL CULTO PÚBLICO EN LOS TEMPLOS CATÓLICOS DURANTE LA DESESCALADA DE LAS MEDIDAS RESTRICTIVAS EN TIEMPO DE PANDEMIA
El coronavirus continúa propagándose por España. Dada la grave responsabilidad que supone, para todos, prevenir el contagio de la enfermedad, proponemos estas disposiciones, aconsejando máxima prudencia en su aplicación que cada Diócesis habrá de concretar. Será necesaria una evaluación continuada que permita valorar su puesta en práctica y modificación en las situaciones que sea necesario, teniendo en cuenta lo que la autoridad sanitaria disponga en cada momento.
Fase 0: Mantenemos la situación actual. Culto sin pueblo. Atención religiosa personalizada poniendo atención especial a los que han perdido a seres queridos. Preparamos en cada diócesis y parroquias las fases siguientes.
Fase 1: Se permite la asistencia grupal, pero no masiva, a los templos sin superar el tercio del aforo, con eucaristías dominicales y diarias. Quizá con preferencia al acompañamiento de las familias en su duelo. En esta fase entramos a partir del día 11 de mayo.
Fase 2: Restablecimiento de los servicios ordinarios y grupales de la acción pastoral con los criterios organizativos y sanitarios –mitad del aforo, higiene, distancia– y medidas que se refieren a continuación.
Fase 3: Vida pastoral ordinaria que tenga en cuenta las medidas necesarias hasta que haya una solución médica a la enfermedad.
2. Disposiciones de carácter general
- Ante esta circunstancia, prorrogamos la dispensa del precepto dominical, invitando a la lectura de la Palabra de Dios y a la oración en las casas, pudiendo beneficiarse de la retransmisión a través de los medios de comunicación para quien no pueda acudir al templo. También, se invita las personas mayores, enfermas o en situación de riesgo a que valoren la conveniencia de no salir de sus domicilios.
- Se establece el aforo máximo de los templos (1/3 en la primera fase y 1/2 en la segunda) y respetar la distancia de seguridad.
- En las Eucaristías dominicales, allí donde sea necesario y posible, procurar aumentar el número de celebraciones cuando haya mayor afluencia de fieles, a fin de descongestionar los templos.
- Se recomienda que los fieles hagan uso de mascarilla con carácter general
- Las pilas de agua bendita continuarán vacías.
- Las puertas de las iglesias se mantendrán abiertas a la entrada y salida de las celebraciones para no tener que tocar manillas o pomos.
- Organizar, con personas responsables, la apertura y cierre las puertas de entrada al templo, la distribución los fieles en el templo, el acceso a la hora de comulgar y la salida de la iglesia al finalizar, respetando la distancia de seguridad
- Ofrecer gel hidro-alcohólico o algún desinfectante similar, a la entrada y salida de la iglesia.
- Evitar los coros en la parroquia: se recomienda mantener un solo cantor o algunas voces individuales y algún instrumento. No habrá hoja de cantos ni se distribuirán pliegos con las lecturas o cualquier otro objeto o papel.
- El cestillo de la colecta no se pasará durante el ofertorio, sino que el servicio de orden lo ofrecerá a la salida de la misa, siguiendo los criterios de seguridad señalados.
- El cáliz, la patena y los copones, estarán cubiertos con la “palia” durante la plegaria eucarística.
- El sacerdote celebrante desinfectará sus manos al empezar el canon de la misa, y los demás ministros de la comunión antes de distribuirla.
- El saludo de la paz, que es facultativo, se podrá sustituir por un gesto evitando el contacto directo.
- El diálogo individual de la comunión (“El Cuerpo de Cristo”. “Amén”), se pronunciará de forma colectiva después de la respuesta “Señor no soy digno…”, distribuyéndose la Eucaristía en silencio.
- En el caso de que el sacerdote fuera mayor, establecer ministros extraordinarios de la Eucaristía para distribuir la comunión.
- Establecer la salida ordenada de la iglesia evitando agrupaciones de personas en la puerta.
- Desinfección continua del templo, bancos, objetos litúrgicos, etc.
- La celebración del Sacramento de la reconciliación y los momentos de escucha de los fieles: además de las medidas generales, se ha de escoger un espacio amplio, mantener la distancia social asegurando la confidencialidad. Tanto el fiel como el confesor deberán llevar mascarilla. Al acabar, se aconseja reiterar la higiene de manos y la limpieza de las superficies.
- Bautismo: Rito breve. En la administración del agua bautismal, hágase desde un recipiente al que no retorne el agua utilizada, evitando cualquier tipo de contacto entre los bautizandos. En las unciones se puede utilizar un algodón o bastoncillo de un solo uso, incinerándose al terminar la celebración.
- Confirmación: En la crismación se puede utilizar un algodón o bastoncillo, como se ha indicado en el caso del bautismo. Obsérvese la higiene de manos entre cada contacto, cuando haya varios confirmandos.
- Matrimonio: Los anillos, arras, etc., deberán ser manipulados exclusivamente por los contrayentes. Manténganse la debida prudencia en la firma de los contrayentes y los testigos, así como en la entrega de la documentación correspondiente.
- Unción de enfermos: Rito breve. En la administración de los óleos puede utilizarse un algodón o bastoncillo como se ha indicado anteriormente. Los sacerdotes muy mayores o enfermos no deberían administrar este sacramento a personas que están infectadas por coronavirus. En todo caso, obsérvense las indicaciones de protección indicadas por las autoridades sanitarias correspondientes.
- Exequias de difuntos: Los funerales y las exequias seguirán los mismos criterios de la misa dominical. Aunque sea difícil en esos momentos de dolor, insistir en evitar los gestos de afecto que implican contacto personal y la importancia de mantener distancia de seguridad.
- Seguir las pautas generales ofrecidas, evitando la concentración y señalando los lugares para la oración y la adoración
- No permitir visitas turísticas en la fases 1 y 2 de la desescalada.
- En la segunda fase las reuniones en dependencias parroquiales seguirán las pautas utilizadas para las reuniones culturales previstas por el ministerio de sanidad que consiste en un máximo de 1/3 de aforo en lugares cuyo aforo habitual es de 50 personas, respetando la distancia de seguridad y la utilización de mascarillas.
- En la tercera fase el aforo pasa a ser de 1/2 en lugares de un aforo habitual de 50 personas y de 1/3 en lugares de un aforo habitual de 80 personas en las mismas condiciones de distancia y utilización de mascarillas.
Según las indicaciones recibidas, se comenzará la aplicación de estas medidas desde el lunes 11 de mayo, para que en las celebraciones del domingo 17 de mayo, tengamos una evaluación y una experiencia suficiente de los días anteriores.
Catequesis Primera Comunión (29 y 30)
Recomiendo ver estos dos vídeos con calma pero seguidos. Incluso, creo que sería bueno verlos dos veces. Hasta el domingo ya no vuelvo a subir ningún vídeo para que estos los veáis con mucha atención. Mucho ánimo a todos.
miércoles, 29 de abril de 2020
Encontrar a Jesús resucitado
Había sido un invierno muy frío. Una de las mañanas más
heladoras de aquel crudo invierno, Clara vio como su anciano padre se preparaba
para salir. Mientras se ponía lentamente el abrigo, Clara trató de detenerle
muy preocupada: “Pero, papá, con este frío no se te ocurrirá salir. No lo
hagas, por favor”. El anciano continuó poniéndose el abrigo con calma y, sin
alterar el semblante, le dijo con sencillez: “Hija, necesito la Misa”. Aquel
viejecito, quizá sin saberlo había dado la misma respuesta de los mártires de
Abitene.
Se puede resumir todo el sentido de la vida de un cristiano
en una sola palabra. Más aún, en un pronombre. De dos letras: “tú”. Al final de
cualquier relación entre dos personas, e incluso de la relación con multitudes,
todo el misterio que ha traído la fe consiste en descubrir al tú que uno tiene
a lado (el prójimo del que hablan los mandamientos). Y este tú, al final de
descubrimiento, se revela como el mismo Jesús, el Hijo de Dios, Dios mismo entre
nosotros que se nos ocultaba a la vista precisamente con su apariencia de
prójimo: “Cada vez que lo hicisteis con uno de estos mis hermanos más pequeños,
conmigo lo hicisteis” (Mt 25, 40).
Si nos paramos a pesar por qué tienen tanto interés y tanto
éxito las historias de amor, no tardaremos en llegar a saber que ese amor, aparentemente
tan igual, con sus estereotipos y lugares comunes, es irrepetible en cada
persona y, por ende, en cada historia de amor es insustituible. Encontrar a Cristo
es un proceso muy similar al de la búsqueda amorosa. Al fin y al cabo no
tenemos más que un corazón y ese corazón está hecho para amar. Se pueden amar
muchas cosas, pero lo que de verdad es objeto de amor son las personas.
Había un sacerdote, buen cura, atento pastor de su
feligresía, que era un apasionado del fútbol. Más aún, seguidor acérrimo del Betis,
de dejaba de hablar de ese equipo con razón o sin ella. Exultaba de felicidad
cuando ganaba y se desplamaba las veces -frecuentes- que perdía. Dejaba de
comer, se volvía huraño y, en ocasiones, mordaz. Como hablaba del Betis con
ocasión y sin ella, un día su buena madre, una señora con menos cultura que su
hijo pero con un gran sentido común, le comentó mientras cenaban:
Debe estarte
muy agradecido ese señor al que tanto quieres, hijo.
¿Qué señor,
madre?
Pues ese, al
que llamas Betis.
Pero, madre, el
Betis no es un señor. ¡Es un equipo de fútbol!
La madre
suspiró con un aire entre resignado y triste, mientras comentaba:
¡Cuánto amor
desperdiciado!
Amar es
necesario. Pero es necesario amar bien y amar a quien merece ser amado. San Agustín,
describiendo sus primeros escarceos con los amores juveniles, dejó escrito en
sus confesiones que al inicio de su adolescencia “aún no amaba, pero buscaba
amar y buscaba a quién amar” (Confesiones III, 1).
Buscar,
encontrar a Cristo resucitado y amarle es el fin de toda la vida cristiana. El camino
que se transita con la fe tiene un premio que es el mismo Cristo. Cuando yo era
pequeño tuve una tata que a veces me cantaba: “¿Qué quieres que te traiga, que
voy a Madrid? ¿Qué quieres que te traiga, que voy a Madrid?”. Era extraño,
pensaba yo, porque ya estábamos en Madrid. Pero resulta que era una copla que le
decía un chico a su novia. “¿Qué quieres que te traiga, que voy a Madrid?”. Y
la novia, que se ve que era muy lista, le respondía: “No quiero que me traigas,
no quiero que me traigas, que me lleves, sí”.
Rezar en familia (7)
DOMINGO
IV DE PASCUA-CICLO A
Juan 10,
1-10. Para el 3 de Mayo de 2020
Día
del Buen Pastor
Con esta imagen del Pastor y el
Rebaño, entre los judíos, Jesús la usó para enseñarnos el Camino del Cielo; y
nosotros la comprendemos muy bien. La oveja suele ser un animal dócil
y el pastor se suele presentar como buen hombre, sencillo y paciente.
Entre los judíos, parece ser que en aquel entonces, tenían un “redil”
común para cada pueblo o aldea. Al amanecer llegaban los diversos pastores y
llamaban cada uno a sus ovejas y las ovejas les seguían. Jesús con esta Parábola
nos da unas enseñanzas prácticas y muy exigentes con Él, que es el Único
Pastor de todos nosotros.
El P. de la Potterie decía que más que una parábola
es una parimia, una forma literaria en la cual se
esconde, de modo misterioso, una enseñanza muy elevada, pero que se
desvela por capas. No se queda sólo en una descripción bucólica y
literaria simplemente.
Resumiendo: Hay un Único Pastor que es
Jesucristo y de su Sacerdocio participamos todos, aunque de diversos modos: de
un modo ministerial (sacerdotal) o laical (profesional). Todos somos Pastores
del Único Pastor que es Jesucristo. Ayudándonos mutuamente a ser mejores y sin
salirnos de nuestro sitio. Desde el Papa, Obispos, Sacerdotes y Ministros hasta
el último fiel. Todos somos pastores del Único Pastor, incorporándonos a Él con
una vida auténtica según sus enseñanzas
Vamos a escudriñar en
la Palabra de Dios, como decíamos en el comentario al domingo II de
Pascua a propósito de la figura de Tomás Apóstol, pero en nuestro caso,
hoy.
1º.-El P. Marko Ivan Rupnik, S.J
dice que en las traducciones se usa la palabra “redil” de las
ovejas, pero en el texto original es “aulé”, que por primera
vez en la Biblia es utilizada para expresar el recinto donde estaba la Tienda
del encuentro. Luego se convierten en “aulé” todos los atrios del
Templo, y, en el tiempo de Cristo, “aulé” era solo el espacio de la explanada
del Templo, donde efectivamente se agolpaban las ovejas para el sacrificio
en el culto”, (los
subrayados son míos). Es fuerte
como se ve el mensaje de Jesucristo. Esto exige por nuestra parte correspondencia
auténtica, filial, exigente, pronta, decidida, tenaz y constante.
2ª.-San Agustín insinúa que para
aceder a este texto (Juan 10) sobre el Buen Pastor, hay que conectarse antes
con el final del capítulo anterior (cfr. 9, 39-41): “-Yo he venido a este
mundo para un juicio, para que los que no ven vean, y los que ven se
vuelvan ciegos. ..Si fuerais ciegos no tendríais pecado, pero ahora decís:
<Nosotros vemos>; por eso vuestro pecado permanece”. Se está
refiriendo a la gran limpieza del templo que Él quiere y de
aquellos jefes religiosos. Es decir de todo lo falso que se ha acumulado
en la práctica religiosa.
3ª.-Podemos incluso referirlo, no
sólo al pasado de entonces, sino también al futuro: A los que intentasen
esquilmar, maltratar o herir a las ovejas, como pastores ladrones o
salteadores. Frente a esta visión de la vida, Jesús dice: “Yo soy el Buen
Pastor”. Convendría destacar que esta palabra proviene de la raíz de
origen hebreo “raah” que significa nutrir y alimentar
y que nosotros nos hemos quedado con el significado casi exclusivo disciplinar
de guiar o conducir a los buenos pastos: “Yo soy el pan vivo”(Juan
6,51), “verdadero alimento”(Jn 6,55),”Yo soy la puerta” (Jn 10,7,9).
Convendría también matizar la
palabra alimentar y saciar a propósito de la comida. El refrán: nos dice
que Comemos para vivir, y no vivimos para comer. Cristo no sacia, sino
que alimenta. También dice: “Yo soy la puerta: quien entre por mí se salvará y
podrá entrar y salir, y encontrará pastos”. Bonita expresión sobre la libertad
para entrar y salir en el aprisco, en el trabajo, en el mundo, al principio y
al fin de la vida, a la hora de la comida y del descanso. Lo importante es buscar
al Señor en todo momento, cumpliendo su santa voluntad.
Resumiendo: Pienso que la verdadera renovación
de la Iglesia el Señor la ha vinculado a su Redención (Gracia) y a nuestra colaboración
alegre y sacrificada, con dedicación al Pueblo de Dios, con nuestros
compromisos personales y en el entorno de la Eucaristía.
Simón David Castro Uzal sdavidcuzal@gmail.com
3 /Mayo/ 2020
lunes, 27 de abril de 2020
sábado, 25 de abril de 2020
A los jóvenes de Confirmación (2)
Para los jóvenes de Catequesis de Confirmación, tanto en los grupos de Bertamiráns como de Ortoño. Te ocupará unos quince minutos. Por favor, comunica a tu catequista que lo has visto.
Aquí va un primer audio para conocer el Evangelio de este domingo, para escucharlo, pincha AQUÍ.
A continuación realiza esta actividad.
Y con calma para terminar escucha este AUDIO.
Y reza esta oración:
Pista
para entender mejor este Evangelio:
Esta
es una de las apariciones de Jesús, una vez que ha resucitado. Fue el mismo día
de la Resurrección, Jesús se aparece a dos de sus discípulos (Cleofás y otro)
en el camino que va desde Jerusalén hasta una aldea cercana llamada Emaús. Por
el camino mantienen una conversación larga. Aquel encuentro cambiará para
siempre el rumbo de sus vidas. Ojalá se nos contagie el fuego que ardió aquella tarde en los corazones de esos dos discípulos mientras Jesús les hablaba en el camino. Porque no podemos negar que también nosotros muchas veces en la vida nos identificamos con el sentir (dudas, tristeza, confusión, desaliento...) de aquellos hombres.
A continuación realiza esta actividad.
Y con calma para terminar escucha este AUDIO.
Y reza esta oración:
Señor Jesús, como los discípulos de Emaús,
a veces no te reconocemos.
Gracias por hacerte presente
siempre en la Eucaristía, en la Biblia,
en los pobres y en los que sufren,
en los enfermos y donde dos o más se reúnen en tu nombre.
Ayúdanos a tener un corazón capaz de acogerte y no dejes
de invitarnos a tu mesa. Amén.
viernes, 24 de abril de 2020
Rezando en la capilla de la Peregrina
Hoy, último
viernes de mes, don Joaquín Caldevilla, dirige un rato de oración -en la
capilla de la Peregrina- en el que nos enseña a rezar. Como no podemos estar
hoy allí, reunidos, él nos ha enviado su meditación para que la escuchemos
cuando nos venga bien.
Este rezar juntos siempre quiere ser una escucha silenciosa de Dios, una escucha que entra en su Palabra, en su silencio; que procura conocer su acción en la historia y en nuestras propias personas. También ayuda a responder orando con las grandes plegarias de los Salmos y del Nuevo Testamento.
Este rezar juntos siempre quiere ser una escucha silenciosa de Dios, una escucha que entra en su Palabra, en su silencio; que procura conocer su acción en la historia y en nuestras propias personas. También ayuda a responder orando con las grandes plegarias de los Salmos y del Nuevo Testamento.
jueves, 23 de abril de 2020
¿Quién me regaló este tesoro? Terminando el día del Libro
Le he pedido hoy -por
ser el día del libro- a un grupo de amigos y amigas, de esos
que yo creo que tienen criterio, que me recomendasen uno. Al mismo tiempo
les advertí que los publicaría en este blog. Y ahí los tenéis.
Debo confesar que me entristece ver que
poca gente lee libros de papel y confieso que yo me sumo a esa lista. Ojear por
fuera y hojear un libro era sin duda una gran afición que todos tuvimos alguna
vez. Hubo una época en mi vida en la que devoraba libros…ahora añoro el aroma
que desprenden cuando los abres por primera vez.
Hojear un libro y oír el aleteo de sus
páginas recién estrenadas es un pequeño placer del que nos privan las nuevas
tecnologías. Porque supongo que todos seguimos leyendo pero no en papel
exactamente. Leemos pantallas.
Tanto en teléfono móvil como en una tablet
llevo bastantes libros. Incluso a veces
las ideas de las homilías o pequeños trabajos también me acompañan ahí.
Agradezco que en el móvil no pesan, pero hoy
siento la necesidad de decir que ¡añoro los libros de papel!
Gracias a todos/as
por vuestras sugerencias de lectura
martes, 21 de abril de 2020
Catequesis en familia
A los padres de los niños del primer curso de Catequesis (2º de
EP)
En el tema 20 -“Jesús, al tercer día, ¡resucitó!”- previsto para esta
semana se os sugiere leer los dos primeros párrafos de la página 66 del
Catecismo y aprender la pregunta 36. Dejo aquí la imagen de esa página y el
texto de la pregunta referida aunque no es necesario aprenderla. 36.-¿Qué quiere decir que Jesús resucitó de entre los muertos?
-Quiere decir que Jesús, después de morir y ser sepultado, fue devuelto a la vida por el poder de Dios, su Padre, para no morir jamás.
Rezar en familia (6)
DOMINGO III DE PASCUA Ciclo A
Lucas 24, 13-35.-para el 26/Abril/2020
Comentario
Este pasaje de los discípulos de Emaús es como un flash o fotografia sobre la situación de la Iglesia de todos los tiempos.
A unos 11 Km del lugar donde estaba el núcleo de los Apóstoles, reunidos tras los acontecimintos últimos de Cristo Resucitado, dos discípulos, Cleofás y otro, van de Camino hacia Emaús, nos dice san Lucas.
Ese “otro”- desconocido- , nos puede representar a cada uno de nosotros. Es decir: a la humanidad entera. Van decepcionados y marcados por la tristeza debido a la desaprición del Maestro.
Cristo murió, y ¡cómo murió! Los Apóstoles y discípulos no le ven sentido a que Aquel en quien tenían puesta toda su esperanza esté muerto. El sepulcro vacío. La alegría de las Mujeres, que dicen haberlo visto está como apagada.
Pero es que además, no ha restaurado el Reino de Israel como el Mesías anunciado y esperado. Recordemos que el mismo Lucas en los Hechos de los Apóstoles (1,6), recoge la respuesta de Cristo, ante esa pregunta sobre la Restauración del Reino: “No es cosa vuestra conocer los tiempos o momentos que el Padre ha fijado con su poder, sino que recibiréis la fuerza del Espíritu Santo, que descenderá sobre vosotros, y seréis mis testigos en Jerusalén, en toda judea y Samaría, y hasta los confines de la tierra”. Conviene no precipitarse y saber esperar.
San Juan Crisóstomo aclara esto: “No comprendían claramente en que consistía el Reino, porque no habían sido instruidos aún por el Espíritu Santo” (In Acta apostolorum, 2). Por lo tanto, en este momento, perduraban en la mentalidad judía sobre el Mesías.
¿Y hacia dónde van estos dos discípulos, y por qué?. Seguramente sienten añoranzas porque van hacia Emaús, en cuyas cercanías Judas Macabeo ha tenido una exitosa victoria sobre los paganos que le acosaban. Ahora lo que ven en Jesús es un Mesías envuelto en oscuridad. Parece que están imposibilitados para poder verle y comprenderle, precisamente por su mentalidad judía de luchas, victorias o derrotas por el poder.

Un apunte práctico: No formemos juicios de los demás nunca. Siempre podemos cambiar y mejorar en nuestra vida personal. Esforcémonos por conocer mejor nuestra Fe.
Recomiendo leer con calma la homilía de Viernes Santo del P. Cantalamessa, cuando relaciona la Cruz de la Pasión de Cristo, mirándola por delante y por detrás, con la Cruz que nos ofrece a nosotros el Corona-Virus.
En el “otro” personaje, anónimo, podemos vernos representados cada uno de nosotros:
Podemos preguntarnos: ¿Cómo es mi trato con la gente? ¿Busco poder, dinero, honores, apoyos para mi causa en los demás o busco la difusión de esa nueva mentalidad que nos ha enseñado el Señor con su persona y su vida, “escudriñando” la palabra de Dios, como Tomás lo hizo en las llagas de Jesucristo? Procuro leer algo formativo sobre la fe, como es el Evangelio/Sagrada Escritura..., me paro a pensar en algo que vea más llamativo para mi formación y asimilación personal? Cuando hago esto personalmente pienso en cómo hacerle una propuesta de mejora ilusionante y positiva a los demás, empezando por los más cercanos a mi?..Porque así se hizo la primera evagelización y así debe hacer también la nueva evangelización.
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Camino de Emaús. Monasterio de Silos. |
Simón-David Castro Uzal sdavidcuzal@gmail.com Para el 26/Abril/2020
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