El destino de los juzgados (cont.)
Imagen: Arco derecho Pórtico de la Gloria
http://domuspucelae.blogspot.com/2021/05/visita-virtual-portico-de-la-gloria.html
También se peca -y más, al
parecer- con la cabeza, con manías, ambiciones, envidias, orgullos y
murmuraciones, y por eso en las cabezas y en las lenguas de los condenados
muerden otros diablos y sierpes. Otros condenados aparecen ahorcados, como un
Judas, y habrán sido como él traidores y negociantes perversos. Otros, en fin,
amigos también de lo ajeno, son mordidos en las manos con las que procuraron su
dudoso negocio. Es de destacar que la sociedad medieval -y no sólo Dante en su Divina
Comedia- nos dejó las mejores imágenes de sí misma en los infiernos y en los
cielos, más que en la tierra, ala vista siempre de su supremo juez.
Antes de dejar esta parte del Pórtico, fijaos en una de sus piezas más bellas: el melancólico ángel que está tocando una trompeta, al lado de la arquivolta de los condenados. Con los otros tres ángeles que se encuentran en las otras esquinas del Pórtico, compone el grupo de cuatro que, según el Evangelio de San Mateo anunciarán el Juicio en los cuatro extremos de la tierra.
Fuente: Serafín Moralejo Álvarez, El Pórtico de la Gloria. Fundación Pedro Barrié de la Maza, 2008
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