Cámbiate por Jesús.
Barrabás es un
personaje del Evangelio que no parece muy importante, pero si nos fijamos, cada
uno de nosotros estamos representados por él. Cuando Barrabás iba a morir por
haber matado un soldado, Jesús apareció y le cambiaron por él, y murió Jesús en
vez de Barrabás. El Señor se cambió por cada uno de nosotros para que no
muriéramos a la vida del alma y para que pudiéramos nacer de nuevo a la vida de
la gracia después del pecado, nacer a la vida para poder ir también al cielo.
Todo lo que hizo fue para que tuviéramos la oportunidad de amarle.
Y los hombres hemos pagado ese amor tuyo,
Señor, con pecados y faltas de amor. Jesús sabía que íbamos a pagarle así, que
íbamos a serle desagradecidos, y aun así decidió entregarse para que le
amáramos.
Puedes imaginarte ahora tú, cambiándote por
Jesús en la Cruz de cada día: faenas que te hacen, enfados, cosas que no te
salen, pequeñas contrariedades…y coger así tu cruz de cada día llevándola con alegría.
Continúa hablándole a Jesús con tus palabras.
Fuente: Una reflexión para cada día de la Cuaresma 2022.
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