Llega el momento de la Eucaristía.
Jesús eleva el pan y, bendiciendo,
“esto es mi cuerpo”, dice, “os encomiendo
lo comáis por la fe, en memoria mía”.
Toma la copa de la profecía
Con el vino y la eleva, bendiciendo,
“esta es mi sangre”, dice, “os encomiendo
la bebáis por la fe, en memoria mía”.
Él es el Pan de Vida, el que lo coma
vivirá para siempre, es su promesa,
y estará en este mundo hasta el final.
Derramará su sangre de paloma
mensajera de paz, y habrá en su mesa
vino de redención universal. Amén.
Fuente:
Magnificat, Semana Santa 2022. Numero especial 17
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