Solo en Dios descansa mi alma
porque de Él viene mi salvación
solo Él es mi roca y mi salvación,
mi alcázar: no vacilaré.
¿Hasta cuándo arremeteréis contra un hombre
todos juntos, para derribarlo
como a una pared que cede
o a una tapia ruinosa?
Solo piensan en derribarme de mi altura,
y se complacen
en la mentira:
con la boca bendicen,
con el corazón maldicen.
Descansa solo en Dios, alma mía,
porque Él es mi esperanza;
solo él es mi roca y mi salvación,
mi alcázar: no vacilaré.
De Dios viene mi salvación y mi gloria,
Él es mi roca firme,
Dios es mi refugio.
Pueblo suyo, confiad en Él,
desahogad ante Él vuestro corazón,
que Dios es nuestro refugio.
Los hombres no son más que un soplo,
los nobles son apariencia:
todos juntos en la balanza subirían
más leves que un
soplo.
No confiéis en la opresión,
no pongáis ilusiones en el robo;
y aunque crezcan vuestras riquezas,
no les deis el corazón.
Dios ha dicho una cosa,
y dos cosas, que he escuchado:
“Que Dios tiene el poder
y el Señor tiene la gracia;
que tú pagas a cada uno
según sus obras”.
Comentario a este salmo en: http://www.franciscanos.org/oracion/salmo061.htm
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