El destino de los juzgados
Imagen: El juicio final (La ciudad
ideal WordPress.com)
en
las claves de este arco (derecho) se encuentran dos cabezas, de Cristo y del
arcángel San Miguel, que muestran cartelas donde estaría escrita la llamada y
el destino de los juzgados.
Imagen: santanderlasalle.com
A la izquierda, se
figuran los bienaventurados otra vez como niños que saliesen de un baño –en las
aguas de la Gracia-, llevados en el regazo por ángeles.
Imagen: forocamino.com
Imagen: elpais.com
A
la derecha, tenemos los condenados, aquellos “cadáveres y diablos” que tanto
miedo dieran a la pobre Rosalía de Castro. Pero no falta allí, como en casi
todos los infiernos medievales, un poco de humor, en la manera en que cada cual
alcanza su castigo por donde más pecó. Así, podéis ver al glotón condenado a
morder perpetuamente en una empanada –quizás de sardinas con espinas-, con una
sierpe alrededor del cuello que no le dejará pasar bocado. Peor lo tiene su
compadre, aficionado a los buenos ribeiros
y albariños, que intenta inútilmente beber, boca abajo, de una bota o un
pellejo. En otros infiernos gallegos, la imagen del castigo del bebedor se
sustituye por la de la tabernera que le echa agua al vino, para hacer de dos
cosas buenas una peor (los derechos del consumidor ya empezaban entonces a ser
tenidos en cuenta.)
Fuente:
Serafín Moralejo Álvarez, El Pórtico de
la Gloria. Fundación Pedro Barrié de la Maza, 2008
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