sábado, 26 de noviembre de 2022

Evangelio Lucas 21, 34-36

“Tened cuidado de vosotros, no sea que se emboten vuestros corazones”

Con la mente embotada no se puede pensar ni decidir correctamente. Y así, es fácil perder el sentido de lo que hacemos. Por eso hay que vigilar y, sobre todo, detectar y apartar, las causas de tal estado de oscuridad e incertidumbre: ¿vicios arraigados, adicciones, agobios vitales por las cosas que tenemos que hacer? Necesitamos discernimiento y determinación.

Fuente: Magnificat, noviembre  2022   

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