La liturgia continúa invitándonos a prepararnos para recibir el Espíritu Santo que nos envía Jesús de parte del Padre. El Espíritu nos iluminará para comprender el misterio de Cristo. Rechazar la fe en Jesucristo habiéndolo conocido es un pecado, como el que cometieron las autoridades judías y romanas al rechazar a Jesús. Pero Dios hizo justicia a su Hijo reivindicando su mensaje y sentándolo a su derecha. Con su muerte y resurrección, Jesucristo ha vencido al príncipe de este mundo, que es el diablo. La fuerza del mal, que es el pecado, y su consecuencia la muerte, sigue presente en el mundo, pero ha sido ya vencida. El Espíritu Santo nos conduce a comprender el plan de Dios al entregar a su Hijo, cuyo objetivo es nuestra salvación.
Fuente:
Evangelio diario en la Compañía de Jesús, 2022
No hay comentarios:
Publicar un comentario