El combate entre la Iglesia y el mundo es así: parece que cada día el mundo le gana terreno a la Iglesia; sin embargo, es la Iglesia la que en realidad se lo gana al mundo. Sus enemigos aparentemente están siempre triunfando, dejándola como vencida, y sus miembros se desaniman con frecuencia; sin embargo, la Iglesia permanece. Los reinos se fundan y se desploman; las naciones se extienden y se reducen; las dinastías empiezan y terminan…; las sectas y las herejías se fundan y después desaparecen. Tienen su tiempo, pero la Iglesia es eterna.
En
este momento, muchas cosas ponen nuestra fe a prueba. No vemos el futuro; no
vemos que lo que parece tener éxito ahora y crece no durará mucho tiempo. Hoy vemos
extenderse florecientes filosofías, sectas y clanes. La Iglesia aparece pobre e
impotente… Rogamos a Dios para que nos instruya: necesitamos que nos enseñe,
estamos muy ciegos. En una ocasión, cuando las palabras de Cristo los habían
puesto a prueba, los apóstoles dijeron: Aumenta nuestra
fe. Necesitamos su gracia. Ante cualquier tema del mundo que nos inspire
perplejidad…. Vayamos a él con un espíritu puro y sincero. Pidámosle humildemente
que nos explique lo que no entendemos.
San
John Henry Newman
Convertido del
anglicanismo, fue presbítero, cardenal y fundador de una comunidad religiosa
(1801-1890)
Fuente: Magníficat, agosto 2022
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