VIGILIA SOBRE LA FAMILIA -2.-
JESÚS REZA POR LA UNIDAD EN LA COMUNIÓN DEL AMOR
PALABRA DE DIOS
“Hijos míos, ya poco
tiempo voy a estar con vosotros, Vosotros me buscaréis”.
“Os doy un mandamiento
nuevo: que os améis los unos a los otros. Que, como yo os he amado, así os
améis también vosotros los unos a los otros. En esto conocerán todos que sois
discípulos míos: si os tenéis amor los unos a los otros”.
“El que tiene mis mandamientos
y los guarda, ese es el que me ama; y el que me ame será amado de mi Padre; y
yo le amaré y manifestaré a él”. Como el Padre me amó, yo también os he amado a
vosotros; permaneced en mi amor(...) como yo he guardado los mandamientos de mi
Padre y permanezco en su amor”. Este es el mandamiento mío: que os améis los
unos a los otros como yo os he amado. Nadie tiene mayor amor que el que da la
vida por sus amigos”. “No ruego solo por estos, sino también por aquellos que
por medio de su palabra, creerán en mí, para que todos sean uno, Como tú,
Padre, estás en mi y yo en ti, que sean perfectamente uno, y el mundo conozca
que tú me has enviado y que los has amado a ellos como me has amado a mí”.
(Juan 13,33,34. 34-35;
14,21; 15, 9.10, 12-13. 17,1. 20-21.23)
MEDITACIÓN
El fundamento teológico del matrimonio
“El matrimonio y la
familia no son, en realidad, una construcción sociológica casual, fruto de
situaciones históricas y económicas particulares. Al contrario, la cuestión de
la correcta relación entre el hombre y la mujer hunde sus raíces en la esencia
más profunda del ser humano y sólo a partir de ella puede encontrar su
respuesta. Es decir, no se puede separar de la pregunta antigua y siempre nueva
del hombre sobre sí mismo: ¿quién soy?,¿qué es el hombre? Y esta pregunta, a su
vez, no se puede separar del interrogante sobre Dios: ¿existe Dios?, ¿Quién es
Dios?, verdadero rostro?, ¿cuál es su verdadero rostro?
La respuesta de la
Biblia a estas dos cuestiones es unitaria y consecuente: el hombre es creado a
imagen de Dios, y Dios mismo es amor. Por eso, la vocación al amor es lo que
hace que el hombre sea la auténtica imagen de Dios: es semejante a Dios en la
medida en que ama.
De esta conexión
fundamental entre Dios y el hombre deriva la conexión indisoluble ente espíritu
y cuerpo, en efecto, el hombre es alma que se expresa en el cuerpo, y cuerpo
vivificado por un espíritu inmortal. Así pues, también el cuerpo del hombre y
de la mujer tiene, por decirlo así, un carácter teológico; no es simplemente cuerpo,
y lo que es biológico en el hombre, no es solamente biológico, sino también
expresión y realización de nuestra humanidad. Del mismo modo, la sexualidad
humana no es algo añadido a nuestro ser persona, sino que pertenece a él. Solo
cuando la sexualidad se ha integrado en la persona logra dar un sentido a sí
misma”.
Benedicto XVI
ORACIÓN
Padre infinitamente bueno,
tú has santificado el matrimonio
mediante un misterio tan grande
que lo has hecho sacramento de la alianza
de Cristo y de la Iglesia.
Haz que descubramos en Cristo
la alegría del don total hacia aquel a quien amamos,
para que lleguemos a ser un solo corazón,
una sola alma y un solo espíritu, en un único amor.
Por Cristo entregado por nosotros
en la comunión del
Espíritu Santo.
Simón-David Castro Uzal. sdavidcuzal@gmail.com
/Jueves Santo/ 9-abril-2020
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