PRECES
En estos
días en que recordamos con mayor intensidad cómo Jesús se ha entregado por nosotros,
pidámosle que nos ayude a conocer mejor el amor que nos tiene.
Señor amantísimo,
por el amor con que entregaste la
vida por tu rebaño,
te suplico y te ruego:
escribe con tu dedo en mi pecho
la dulce memoria de tu nombre
delicado,
y que ningún olvido lo borre jamás.
Escribe en las páginas de mi corazón
tus mandatos
y tu voluntad, tu ley y tus
preceptos,
para que siempre y en todo lugar
tenga ante los ojos,
Señor de inmensa ternura, todos tus
mandamientos.
Dame una memoria tenaz para no
olvidarlos nunca.
Fuego siempre ardiente, Amor que
siempre quemas,
dulce Cristo, Jesús bueno, luz
eterna e indefectible,
Pan de Vida que nos fortaleces sin
que disminuyas,
resplandece en mí, ilumina y
santifica a tu criatura,
vacíala de su malicia, llénala de
gracia
y mantenla siempre saciada,
para que coma el alimento de tu
carne
para salvación de mi alma, para que
comiéndote
viva de ti, camine por ti, descanse
en ti.
Juan de Fécamp
Fuente: Magnificat, Semana Santa 2024.
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