“Evangelio”: esa
es la expresión que Marcos pone en boca de Jesús nada más comenzar su vida
pública para sintetizar el núcleo de su mensaje y su vida.
El
Maestro es noticia y, para más señas, noticia positiva. Airea nuestro bien. Construye,
sana, fortalece, clarifica, enlaza, hace crecer, alegra. Dios reinará dando
alas a la realidad humana. A partir de ahora, cuanto Jesús exprese y realice
tendrá la forma de un único y doble mensaje:
1º
conoceremos lo que Dios puede ser y hacer en nosotros como personas y sociedades
y,
2º
eso que será y hará, es rotundamente benéfico.
Lo
sorprendente es que Jesús no establece requisitos para que el Evangelio se
realice. El Reino no es producto humano. Lo dicho, dicho está: “Se ha cumplido el tiempo y
está cerca el reino de Dios”.
A partir de ahí, lo que viene es una invitación:
“Convertíos y creed en el
Evangelio”.
Por
nuestra parte, sólo queda la acogida de esa buena noticia. Avisados quedamos:
nos transformaremos si, primeramente, experimentamos el amor.
Recordemos:
Todos los santos tienen un pasado,
y todos los pecadores, un futuro
Fuente: (Cf) Evangelio Diario en la Compañía de Jesús 2024
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