lunes, 29 de enero de 2024

CURSO DE LITURGIA

 18. LA INCENSACIÓN

El rito de incensación expresa reverencia y oración. La materia que se coloca en el incensario debe ser incienso puro o en caso de agregarle alguna sustancia se debe procurar que la cantidad de incienso sea mucho mayor.

En cuanto a la forma de incensar siempre ha de hacerse, únicamente, con movimientos dobles. Antes y después de incensar se debe hacer una inclinación profunda a la persona u objeto que se inciensa. Se inciensa con tres movimientos dobles:

o   el Santísimo Sacramento (que ha de hacerse de rodillas),

o   la reliquia de la Santa Cruz,

o   las imágenes del Señor o de la Virgen,

o   los dones para el sacrificio,

o   la cruz del altar,

o   el Evangelario,

o   el Cirio Pascual,

o   el ministro celebrante y

o   el pueblo.

La incensación del altar. Como incienso en Tu presencia.
Fuente: SANCTA SANCTIS. 

El resto de los casos se inciensa con dos movimientos dobles. Antes y después de la incensación se debe hacer una reverencia profunda a la persona u objeto que se inciensa, a excepción del altar y los dones para el sacrificio de la Misa.

En la Misa se puede incensar durante la procesión de entrada; al comienzo de la Misa para incensar primero a la cruz si está sobre el altar y, si no lo está, cuando pase ante ella; después, al altar; en la procesión y proclamación del Evangelio al Evangelario; en la preparación de los dones, que se inciensan las ofrendas, el altar, la Cruz, al Obispo o presbítero, a los concelebrantes y al pueblo.

También se inciensa, de rodillas, en el momento de mostrar la Hostia y el Cáliz, después de la consagración. En la bendición con el Santísimo Sacramento se le inciensa durante el momento mismo de la bendición, colocándose el turiferario ante el altar de rodillas, como en la consagración. Las imágenes se inciensan sólo al comienzo de la celebración, no en el ofertorio.

Fuente: (Cf) Curso de Liturgia. (Cf) Pedro Sergio Antonio Donoso Beant

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