Hoy, 21 de enero, celebramos la memoria de Santa Inés. Fue una joven romana que murió mártir, rubricando con su sangre el don de la virginidad, en Roma, en la segunda mitad del siglo III o, más probablemente, a principios del siglo IV. El papa Dámaso honró su sepulcro con un poema que aún se conserva en su mármol original, en la basílica de la vía Nomentana, y muchos padres de la Iglesia, a partir de San Ambrosio, le dedicaron alabanzas.
¡Muchas felicidades a ti, Inés, que estás leyendo estas líneas!
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