Termino el año con la impresión de que apenas he hecho nada,
pero creo que no es verdad.
Hoy por la mañana he celebrado la misa en Covas,
en la capilla de la Peregrina de Bertamiráns y en Ortoño. Me acuerdo mucho de
José Antonio de Covas que hace poco pasó a la eternidad y que siempre me sonreía.
Confieso que le pido que le diga cosas buenas de mí al Jefe. He saludado a un “enfermiño”
y hemos charlado de lo único importante: la vida eterna. Ser cura es vivir cientos de vidas que aquí no puedo contar pero créeme que no me es indiferente nada.
Esta tarde -hace unos minutos- me acerqué
al cementerio y recé el último responso de este año en ese lugar tan cargado de
vida donde descansaron este año 27 nuevos vecinos y 4 en el de Covas.
Hice la oración de la tarde a continuación
ante el Sagrario. Le pedí perdón por ser tan terco y le agradecí mucho vuestra
fe y cercanía en estos años que llevamos juntos y los proyectos que Él nos
permite ir sacando unidos y construyendo la Iglesia.
Le dije -aunque Él ya los sabe- los nombres
de Catequistas, Voluntarios de Caritas y Voluntarios de otras mil tareas
importantes, Junta Directiva de la Cofradía, Monaguillos (qué risas con Ramón, Christian, Andrés y Álvaro), Vecinos de Covas y Ortoño, si en
algo os he dado mal ejemplo perdón y si en algo os he ayudado a vivir más y
mejor la alegría del Evangelio me doy por satisfecho. Me tomaré 14 uvas, aunque sean 12. No me gusta el siempre se hizo así.
A todos, GRACIAS.
Os deseo un muy feliz 2018.
José Luis, Párroco.
1 comentario:
¡¡Ole por usted!!
¡Feliz Año Nuevo al párroco y a sus parroquianos!.
Perdone también por nuestras cabezonerías. Ha sido un gran año porque lo podemos contar, aunque a veces hayamos tenido momentos poco felices.
Un abrazo.
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