Señor,
en una noche como ésta, hace ya tiempo, quisiste venir como un niño, con nombre
y apellidos, en medio de los niños más pobres de la tierra. Cuando creciste,
hablaste de cosas muy buenas, y dijiste que ya nadie es pobre, porque es hijo
de Dios. Nosotros nos hemos reunido para cenar aquí hoy. Llevamos mezclada con
nuestra alegría, los disgustos y las penas de todo el año.
Por
ello queremos que bendigas nuestra mesa para que nos llenes de tu amor y de tu
paz. Te pedimos hoy, que queremos que el mundo sea como una gran familia: sin
guerras, sin miseria, sin drogas, sin hambre y con más justicia.
¡Jesús
recién nacido!, que hoy en esta casa , acojamos tu palabra de perdón y de amor.
Consérvanos unidos. Danos pan y trabajo durante todo el año. Danos fuerza y
ternura para ser hombres de buena voluntad. Señor, sé bienvenido a esta casa,
hoy y siempre. Amén.
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