El árbol de Navidad proviene de los países fríos y nórdicos donde es común verlos todo el año y especialmente en Navidad; se conmemora esta fiesta adornándolo con luces, guirnaldas, regalos y adornos de colores, costumbre que se popularizó rápidamente entro otros países. Hay muchas leyendas acerca de su origen; Una de ellas cuenta que San Bonifacio, un monje inglés que organizó la iglesia francesa, iba en uno de sus viajes cuando encontró a un grupo de paganos alrededor de un gran pino en el momento en que iban sacrificar un niño en honor al dios Thor. Para detener el sacrificio y salvar al muchacho, San Bonifacio derribó el carbol con un pedroso golpe de su puño. El santo le dijo a los paganos que ese pino era el árbol de la vida y de la vida eterna de Cristo. Otra leyenda sostiene que Martin Luther, el fundador de la fe Protestante, estaba caminando por un bosque en la víspera de Navidad. Cuando siguió caminando fue deslumbrado por la belleza de millones de estrellas que brillaban a través de las ramas de los árboles. Estaba tan impresionado por la belleza de la vista que cortó un pequeño carbol y lo llevó a la casa de su familia. Y para recrear la misma belleza que había observado en el bosque le colocó luces en todas las ramas.
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