La
Biblia es la Palabra de Dios en palabras humanas. Como nos llega del Dios
Todopoderoso, tiene el poder de transformar la vida, pues Dios nos conoce y
sabe lo que necesitamos cada vez que abrimos el libro.
La
Biblia es una biblioteca entera de libros escritos a lo largo de más de mil
años, en muchos estilos diferentes y con muchos puntos de vista, pues son
docenas de escritores distintos. Pero también es un solo libro, con un solo
autor -Dios- contando una sola historia: la historia apasionante de
nuestra salvación.
Ningún
otro libro tiene este tipo de variedad y unidad o unidad en la variedad. Es lo
que hace que leer la Biblia pueda ser no sólo algo agradable, sino una de las
experiencias intelectuales más emocionantes de tu vida.
La
historia tarda mucho en desarrollarse y conocerás a muchos personajes
interesantes en el camino. Al final te darás cuenta de que, desde el principio,
Dios siempre tuvo un plan providencial: el plan de un Padre para salvar a sus
hijos. También verás cómo, al igual que un novelista experto, fue enviando
personas y acontecimientos que presagiaban, a su vez, personas y acontecimientos
posteriores, preparando a su pueblo para lo que habría de venir mediante
imágenes o representaciones que les ayudarían a entenderlo todo a su debido
tiempo.
Por
último, hay una cosa más que hace única a la Biblia. No tienes que conformarte
sólo con leerla: puedes entrar directamente en ella. Dondequiera que se
celebren los sacramentos, ahí la Biblia sucede. Leer la
Biblia te ayuda a prepararte para los sacramentos y, en los sacramentos, todo
lo que has leído cobra vida ante tus ojos.
¿No
te suena a aventura apasionante?
Fuente: (cfr.) "Breve guía para leer la Biblia", de Scott Hahn. Madrid, 2024.
No hay comentarios:
Publicar un comentario