Fuente: Pinterest
Ha venido a visitarme
como Padre y como amigo.
Jesús, no me dejes solo.
¡Quédate, Señor, conmigo!
Por el mundo
envuelto en sombras
soy errante
peregrino.
Dame tu luz
y tu gracia.
¡Quédate,
Señor, conmigo!
En este precioso instante
abrazado estoy contigo.
Que esta unión nunca me falte.
¡Quédate, Señor, conmigo!
Declinando está la tarde.
Voy corriendo como río
al hondo mar de la muerte
¡Quédate, Señor, conmigo!
En la pena y en el gozo
sé mi aliento mientras vivo.
Hasta que muera en tus brazos.
¡Quédate, Señor, conmigo!
P. Pío de Pietrelcina
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