miércoles, 8 de junio de 2022

EL ESPÍRITU SANTO PARÁCLITO

 

Fuente: Pinterest

El hombre por sí mismo no es nada, pero es mucho con el Espíritu Santo. El hombre es totalmente terrestre y animal; solo el Espíritu Santo puede elevar su alma y llevarlo hacia arriba. Como esos anteojos que hacen grandes los objetos, el Espíritu Santo nos hace ver todo en grande. Con el Espíritu Santo, vemos todo en grande: vemos la grandeza de las mínimas acciones hechas para Dios y la grandeza de las faltas más mínimas.

Como un relojero con sus anteojos puede distinguir los engranajes más pequeños de un reloj, con las luces del Santo Espíritu distinguimos todos los detalles de nuestra pobre vida. Sin el Espíritu Santo, todo es frío: cuando sentimos que el fervor se pierde, ¡debemos hacer rápidamente una novena al Santo Espíritu para pedir la fe y el amor!

San Juan María Vianney, santo cura de Ars (1786-1859)

Fuente: Magnificat, junio 2022

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