DOMINGO 16 del Tiempo Ordinario (A)
19 de Julio. 2020
Sab 12,13. 16-19. Salm 85. Dom.8, 26-27.
Mt.13,24-27
Comentario sobre el trigo y la cizaña...
¿Somos trigo limpio cada uno de nosotros? ¿Sembramos cizaña a
nuestro alrededor? ¿Queremos que todo el mundo sea como somos nosotros? ¿Con
quién nos identificamos: con los buenos o con los malos de la
película?...
Si nos fijamos, el trigo y la cizaña no son dos tipos de personas,
sino dos tipos de conductas. Pueden darse en la misma persona.
Por eso el Señor recomienda no arrancar la cizaña, sino dejar crecer juntos el
trigo y la cizaña.
En la semana pasada nos fijábamos en el terreno donde caía la
semilla de la palabra de Dios, Hoy se nos pone el acento sobre la misma semilla. Y la parábola habla directamente sobre
el Reino de Dios. Luego para que ese Reino de Dios sea auténtico
y crezca, YO, mi persona, mi naturaleza humana necesita ser involucrada en la
acogida de la acción del Otro, Dios y su Espíritu.
De ahí la sorpresa de Jesús recomendando no arrancar la
cizaña y dejarla crecer junto al trigo. Esto se realiza en una práctica
cristiana de siempre: vivir la presencia de Dios en todo momento, pero
que iremos consiguiendo poco a poco...y con las ayudas que podamos buscar o
encontrar en la vida de la Iglesia. Para ello es necesario hablar
para buscar ayudas: ¡Cuántas malas andanzas por la vida evitaríamos si
hablásemos a tiempo con quien nos pudiese orientar en nuestro camino! Para ello
se necesita un clima de confianza y amor que
tenemos que fomentar pensando precisamente en ese Reino de Dios! Y no en
reinos o chiringuitos humanos, que podríamos pensar nosotros.
Así, ser cristiano es ser más humano. Por la fe
nos sentimos hijos de Dios y hermanos en Cristo. Nos sentimos hombres y
mujeres, criaturas no en serie, sino diferentes y variadas. Debemos saber
respetar las diferencias que contribuyen al bien común y que cada
caminante siga su camino.
HOY TOCA COMENTAR TRES PARÁBOLAS:
1º.- El trigo
y la cizaña; el grano de mostaza y la levadura. Representan tres
conductas de la misma o de diversas personas. El centro de atención está
en la simiente sembrada y en el resultado obtenido. La cizaña
tiene una raíz muy rica y fina que penetra profundo y, al quitarle la raíz, se
seca también el trigo. No es cuestión de elitismo. Por eso el amo
aconseja saber esperar en arrancar la cizaña. No podemos precipitarnos
en los juicios nuestros ante el juicio de Dios que pacientemente
espera el final de los tiempos. Sigamos siempre trabajando por el
Reino de Dios, anunciando su Mensaje de salvación. (Mt 13, 24-30)
2º.- El grano de mostaza: Significa
la Fe de las personas individuales o en comunidad (Familia,
parroquia o grupo), que puede llegar, a su debido tiempo, a ser grande y
vigorosa como un gran árbol. (13,31-32). No caigamos en la tentación de
grandeza o visibilidad impactante llamando la atención, antes de tiempo.
3º.- La levadura: Expresa la misma idea: De una pequeña cantidad de levadura puede surgir
la Esperanza que empuje al mundo hacia el bien y el amor: Una Nueva
Cristiandad, gracias a los pequeños o grandes esfuerzos de fe de unos
hombres y mujeres que se esfuercen por poner amor en el corazón del
mundo. El Reino de Dios actúa como la levadura en la masa, sin dejarse notar.
Esto lo digo especialmente a los jóvenes para que se animen con proyectos de
futuro que valga la pena. (13,33). Recomiendo el Folleto de 23 páginas
de la Col. CPL n.275 “Santos y Santas del matrimonio Luis y María
Beltrame Quattrochi”, beatificados por Juan Pablo II el 21 de
octubre de 2001.
Ivanov apunta a tres actitudes ante el
mal: 1º,-Pensar en el bien que hacemos o podemos hacer. 2º.- Descubrir que no se puede hacer
el bien, a causa del mal existente, sin antes destruirlo. 3º.- Imitar a Cristo en la Última
Cena, al ver a Judas y el mal, se dirige al Padre para poder cumplir su misión
entrando en la Pasión y así transforma el mal en bien.
Simón-David Castro Uzal sdavidcuzal@gmail.com
para el 19 de Julio de 2020
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