Pinchando en este enlace puedes encontrar respuestas
a las preguntas habituales sobre la Iglesia
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En verano, nuestra vida espiritual, nuestro interior
y nuestra relación con Dios, no se va de vacaciones. Pertenece a nuestro ADN
de hijas e hijos de Dios, y la llevamos puesta.
Por eso me permito compartir con vosotros el reto
de los cinco minutos. Dedicar cinco minutos al día a parar, respirar,
concentrarse, leer un breve fragmento de la Palabra de Dios, observar el día
y la gente que me rodea. Cinco minutos para hablar con Dios en
confianza. Al principio costará, pero sólo son cinco minutos. Y si
ves que estás a gusto y quieres alargar, siempre puedes continuar. Pero sé
fiel a esos cinco minutos.
Te propongo, si aceptas el reto, un esquema que
podrás usar cada día. Las citas bíblicas de este esquema son un ejemplo. Cada
día podrás usarlas de nuevo o elegir tú unas que te iluminen.
Practica
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Elige el momento del día más adecuado para ti y ve a un sitio que sea
tranquilo y en el que nada moleste. Una iglesia suele ser un buen lugar.
·
Relájate. Apaga aparatos.
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Ponte en una postura cómoda y respira con calma y con facilidad. Sentados
con la espalda recta se está de maravilla.
·
Evita los ruidos externos, préstales un poco de atención y vete apartando
tu mente de ellos.
Escucha
Ve repitiendo en el momento de serenidad, sin
prisas, degustando cada palabra, estas citas: “Tú vales mucho para mí, eres
valioso y yo te amo” (Isaías 43,4). “Señor, tú lo sabes todo, tú sabes que te
amo” (Juan 21,17). Cada día, puedes buscar tú otras citas o textos que te
ayuden.
Da gracias a Dios por este momento. (Tomado de Boletín
Salesiano, jul-ago 2020, p. 27)
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En la semana pasada nos fijábamos en el terreno donde caía la
semilla de la palabra de Dios, Hoy se nos pone el acento sobre la misma semilla. Y la parábola habla directamente sobre
el Reino de Dios. Luego para que ese Reino de Dios sea auténtico
y crezca, YO, mi persona, mi naturaleza humana necesita ser involucrada en la
acogida de la acción del Otro, Dios y su Espíritu.
3º.- La levadura: Expresa la misma idea: De una pequeña cantidad de levadura puede surgir
la Esperanza que empuje al mundo hacia el bien y el amor: Una Nueva
Cristiandad, gracias a los pequeños o grandes esfuerzos de fe de unos
hombres y mujeres que se esfuercen por poner amor en el corazón del
mundo. El Reino de Dios actúa como la levadura en la masa, sin dejarse notar.
Esto lo digo especialmente a los jóvenes para que se animen con proyectos de
futuro que valga la pena. (13,33). Recomiendo el Folleto de 23 páginas
de la Col. CPL n.275 “Santos y Santas del matrimonio Luis y María
Beltrame Quattrochi”, beatificados por Juan Pablo II el 21 de
octubre de 2001.