San Juan de Letrán

SAN JUAN DE LETRÁN

La catedral de la diócesis de Roma, la conocida como Archibasílica de San Juan de Letrán es la iglesia más antigua del mundo, por eso tiene el título honorífico de «Omnium urbis et orbis ecclesiarum mater et caput»,  Madre y Cabeza de todas las iglesias de la ciudad de Roma y de toda la tierra.

El edificio, perteneciente a una familia romana caída en desgracia, pasó a dominio del emperador Nerón en el siglo III. Años más tarde pasó a ser propiedad del emperador Constantino I, gracias a su matrimonio con Fausta, hermana de Majencio; cuando, en el 312, ambos libran la batalla del Puente Milvio, el palacio ya era de Constantino.

La tradición cristiana indica que, a comienzos del siglo IV, como signo de gratitud a Jesucristo por haberle ayudado a vencer esa batalla, el emperador Constantino cedió al Papa tanto los terrenos como la residencia. La basílica fue consagrada por el papa San Silvestre en el año 324.

Durante más de 1.000 años, Letrán fue la sede central de la Iglesia Católica, hasta que, en el siglo XIV, el conflicto conocido como “Cautiverio de Babilonia” obligó a la corte pontificia a trasladarse a Aviñón (Francia). Cuando el Papa pudo regresar a Roma se estableció en la colina vaticana, donde actualmente está la Santa Sede.

Entre las singularidades arquitectónicas más destacables del complejo lateranense, se encuentran las siguientes:

1 Un baptisterio típico de los primeros siglos, con una piscina para hacer el bautismo por inmersión, que se encuentra en un edificio de planta octogonal independiente.

2 Un edificio que alberga la Escalera Santa, cuyos escalones, traídos de Tierra Santa, son los mismos que, según la tradición, subió Cristo en el palacio de Pilato. No se permite subirlos de pie; los devotos los suben de rodillas.

3 También según la tradición, el ara del altar mayor es la losa que usaban san Pedro y los primeros papas al celebrar la misa. Sobre el altar hay un baldaquino con un relicario en el que se conservan las cabezas de san Pedro y san Pablo. En el fondo del ábside está la cátedra o trono episcopal del obispo de Roma, hecho de mármol y mosaicos.

4 El papa Sixto V demolió el entramado de edificios, manteniendo sólo la basílica que, Francesco Borromini, transforma completamente en el siglo XVII, conservándose hoy el ciborio gótico y poco más.

5 En 1980, la Unesco la declaró patrimonio de la Humanidad en Europa.