Esta tarde como las pasadas, un grupo de personas nos hemos reunido en Lapido, junto a la Virgen de la Merced para tener su novena. A las 19.30 comenzamos rezando el Rosario.
He recordado que en algún lado había leído este texto que ahora dejo aquí. Supongo que la sonrisa de la Virgen se arranca dirigiéndonos a ella con cariño, esta oración es una "cadena" que nos ata con Dios.
Ermita de la Merced (Lapido-Ortoño)
En tiempos pasados, en las familias cristianas era costumbre muy frecuente el rezo del Rosario, junto al hogar, o alrededor de la mesa camilla. Hoy, el ritmo de vida, la creciente dispersión y el extendido enfriamiento religioso de muchas familias ha hecho que esta buena costumbre haya desaparecido de muchas de ellas casi por completo. Sin embargo, las características de esta oración la hacen muy recomendable y muy provechosa precisamente para estos tiempos.
El Rosario de María es una oración reposada y sosegante, es una contemplación de la vida santa de Jesús, acompañados de la Virgen María, bajo la mirada paternal del Dios salvador. El breve rezo del Gloria, al final de cada misterio, nos hace levantar la mirada del corazón hasta la grandeza bondadosa y vivificante de la Santa Trinidad. Todos los papas han apoyado la devoción al Santo Rosario, explicando y ponderando las excelentes cualidades de esta oración: Es oración sencilla y popular, pero está llena de riqueza espiritual y proporciona muchos bienes a quienes la rezan con piedad.
Mons. Fernado Sebastián.