¡Soy yo en persona! Tocadme
¿Cómo es que el cuerpo del Señor, después de resucitado, siguió siendo un
cuerpo verdadero cuando pudo entrar donde estaban los discípulos a pesar de
estar cerradas las puertas? … Porque este cuerpo del Señor que iba al encuentro
de los discípulos a pesar de estar cerradas las puertas es el mismo que, por su
natividad, se hizo visible a los hombres cuando salió del seno también cerrado
de la Virgen. No debemos extrañarnos de que nuestro Redentor, después de
resucitar para vivir para siempre, entrara a pesar de estar cerradas las
puertas, puesto que, habiendo venido a este mundo para morir, salió del seno de
la Virgen sin abrirlo…
Ahora bien, lo que se toca necesariamente se corrompe y lo que no se corrompe
no puede ser tocado. Pero de una manera maravillosa e incomprensible, nuestro
Redentor nos hizo el don de ver, después de su resurrección, un cuerpo
incorruptible y, al mismo tiempo, palpable. Mostrándolo incorruptible, nos
invitaba a la recompensa; dejándonoslo a tocar, nos confirmaba en la fe. Así pues,
se hizo ver al mismo tiempo incorruptible y palpable, para mejor manifestar que
después de su resurrección su cuerpo seguía siendo de la misma naturaleza, pero
que estaba elevado a una gloria del todo diferente.
San Gregorio Magno
Nació en Roma; prefecto de su ciudad y
después monje, fue Papa desde el año 590. Es doctor de la Iglesia (540-604)
Fuente: Magnificat, abril 2024
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