Gracias, Dios mío, por tu invitación
a celebrar la Misa más grandiosa
del cielo y de la tierra.
El mar nos ofrecía su
mantel
con el bordado encaje de
sus playas.
Las montañas, los bosques
y los prados,
sus flores y floreros.
El sol y las estrellas y la luna,
los cirios encendidos de su
Pascua.
El canto de los pájaros y
el son
de los ríos, su coro más
grandioso.
Y las nubes, su incienso en
la gloriosa
bóveda de los cielos,
bendecida
por la aspersión preciosa
de una lluvia
canonizada por el arco iris.
Y tú, Señor, el Pan
partido y repartido y
compartido.
Tu mesa relucía en la
llanura
inmensa de la Historia,
conducida
por tu Padre en el ritmo del Espíritu. Amén
RAFAEL ALFARO
Fuente: Magnificat, septiembre 2023
No hay comentarios:
Publicar un comentario