16. EL ALTAR. BREVE DETALLE HISTÓRICO SOBRE LA EVOLUCIÓN DEL ALTAR CRISTIANO.
Desde la paz constantiniana (a partir
del siglo IV) se construyeron altares de mayores dimensiones que los movibles, de
forma rectangular y se situaron en medio del ábside o presbiterio de las
basílicas; hasta el s. VII normalmente se situaban sobre algún sepulcro de
mártir hasta el siglo VII y, a partir de entonces, sólo se guardaban algunas
reliquias de mártires en pequeños estuches. En ocasiones se aprovechaban las
mismas aras que pertenecieron a los gentiles, según lo demuestran algunos
ejemplares que hoy existen.
Durante la Edad Media el altar continuó
con las mismas formas (prismática, imitando un sepulcro, como mesa).
La liturgia católica permite
celebrar Misas en cada una de las capillas de una iglesia, cada una con su
propio altar, por lo que el principal recibe el nombre de altar mayor, que se
sitúa en el ábside principal o cabecera y en posición aislada. Sin
embargo, al adoptarse los retablos en la época románica y, sobre
todo, al tomar éstos gran desarrollo en los siglos XIV y siguientes.
En el s. XVI se modifica por la presencia permanente del sagrario sobre
el altar, y por la incorporación de una grada entre el retablo y la mesa donde
se colocaba la cruz y los candelabros, dejando de estar el altar accesible por
todos los lados.
Hoy, la Instrucción General el Misal Romano indica que debe de construirse
“el altar separado de la pared, de modo que se le pueda rodear fácilmente y la
celebración se pueda realizar de cara al pueblo”. Lo que parece indicar es que
debe de poderse celebrar la Misa “cara al pueblo”, pero no obliga a que así
sea. Más bien, parece sugerir que la construcción del altar debe de permitir
que se celebre “cara al pueblo” o “cara a Dios”.
Fuentes:
https://liturgiapapal.org/index.php/manual-de-liturgia/ornato-iglesias/198-el-altar.html
(30.5.2023)
https://es.wikipedia.org/wiki/Altar
(30.5.2023)
No hay comentarios:
Publicar un comentario