Juan Carlos es un alumno de 4º de primaria. Hace sus deberes
puntualmente, atiende en clase, es ordenado, tiene buena letra… Es un niño
querido por sus compañeros. Un día no viene
a clase. Estamos a principios de abril y casi terminando el segundo
trimestre. Su tutora nos informa: le han diagnosticado leucemia y está
ingresado en el hospital. No volverá este curso. Su situación es grave y
necesita un transplante.
En el aula sus compañeros aún no entienden la
gravedad de la situación “¡Qué suerte
tiene Juan Carlos! no tiene que volver al colegio” es el comentario
general. Su primo Raúl, casi un hermano, también es de esta opinión. Sonríe. No
entienden.
En infantil está su hermana Lucía. Es una niña
cariñosa y alegre. Hablamos en clase de la familia y tienen que hacer un
dibujo. Algunos preguntan, ¿Qué es y quién es mi familia? Ellos mismos se
contestan. Los que viven contigo. Lucía reflexiona y corrige “Juanecho está en el hospital pero también
es mi familia” No sabe cómo hacer su dibujo. Piensa un rato y comienza a
hacer rayas. No lo entiendo pero cuando está terminado queda claro: en su
dibujo aparece papá, mamá y Juanecho en una camilla.
Ya casi a final de curso es la clausura de las
escuelas deportivas. Es viernes por la mañana y Juan Carlos puede venir. Está
débil y lleva gorra para ocultar su cabeza sin pelo. Sus compañeros le arropan.
¡Vino Juan! dicen. Juan Carlos puede
disfrutar un día con sus amigos fuera del hospital. Todos están contentos.
Comienza el nuevo curso y Juan Carlos sigue
ausente de las clases pero todos le tienen presente. En el aula hay un pupitre
reservado para él. Los breves momentos que está en casa Lucía, ahora en
1º, me informa “Juanecho está en casa”. Su sonrisa es más amplia. Quiere mucho a
su hermano “Es mi Juanecho” me dice.
Ahora Juan Carlos se está recuperando del
trasplante, pero la felicidad no es completa. A la deuda hipotecaria que tenían
sus padres se han sumado los gastos provocados por la enfermedad. Se ven
incapaces de pagar y serán desahuciados y su casa puesta en subasta si no
consiguen aportar inmediatamente 24.000 €. Es por esto que hacen un llamamiento
a la solidaridad para conseguir reunir el dinero que deben y que Juan Carlos
pueda recuperarse tranquilamente en su casa junto con su hermana y sus primos
que viven en el piso de arriba y que serán también desahuciados dado que la
vivienda en realidad es una sola.
Quien quiera aportar su granito de arena puede
hacerlo en la cuenta:
2080
0317 78 3040011746 (NovaGalicia Banco) o en las colectas de esta semana.
Marisé*
*Marisé,
profesora en el colegio de Juan Carlos(en Arca), vecina de esta parroquia en
Aldea Nova y Catequista en el turno de los sábados por la tarde en Bertamiráns.