viernes, 18 de noviembre de 2011

Comportamiento

En el templo

A partir del Edicto de Milán, decretado por Constantino en el año 313, los fieles cristianos fueron poniendo su mejor ingenio al servicio de la construcción de templos en los que la liturgia pudiera desarrollarse con el máximo decoro. Cada iglesia es un lugar de encuentro con Dios en los actos de culto y en la oración personal.

¿Recuerdas el pasaje del Evangelio que nos presenta a Jesucristo indignado con los vendedores que profanaban la casa de su Padre? (Mt 21, 12-13).

Jesús nos enseña que debemos respetar el templo: en él están nuestros más grandes amores, Dios, Jesucristo realmente presente en el Sagrario, la imagen/es de la Virgen y de los Santos.

He aquí algunas manifestaciones de respeto en el templo:

-Al entrar, despacio y guardando silencio, hacemos la señal de la Cruz sin prisa, después de haber mojado ligeramente los dedos índice y medio en agua bendita. Si viene alguien con nosotros le podemos ofrecer agua bendita para que se santigüe.

-Cuando está reservada la Eucaristía en el Sagrario hay siempre una lamparilla roja encendida: es la señal de que Jesucristo está realmente presente. Al descubrir por la lamparilla el lugar más importante del templo –el Sagrario-, hacemos frente a él una genuflexión con dignidad y bien hecha, doblando sin prisas la rodilla derecha hasta el suelo, como prueba de respeto y adoración. Podemos aprovechar ese momento para hacer internamente un acto de fe y de amor.

-Al pasar por delante del Altar, de un crucifijo o de una imagen de la Virgen se hace una reverente inclinación de cabeza para mostrar nuestro respeto y veneración.

-Es bueno que, en algún momento del día entremos a saludar brevemente al Señor en el Sagrario de la capilla o de la iglesia o que lo visitemos con el pensamiento.

-Guardaremos especialmente el silencio, no correremos dentro del templo, cuidaremos las posturas (sin poner los pies en los reclinatorios, sin cruzar las piernas, mirando hacia delante, etc.) y cuidaremos nuestra presencia exterior vistiendo adecuadamente al lugar en el que nos encontramos.

Benigno Sáez-Antonio Crespillo.

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