martes, 29 de agosto de 2023

CURSO DE LITURGIA

 15. LOS LUGARES DE LA CELEBRACIÓN  (II) 

v TORRES Y CAMPANARIOS. Indican la presencia de Dios en ese lugar. Los campanarios rematan, la mayoría de las veces, con una cruz, veleta o gallo. La cruz proclama el signo de Cristo; la veleta recuerda los vaivenes de la fama y lo efímero de la vida, y el gallo es símbolo de la vigilancia.

Torre y catedral de Pisa. Fuente: Structuralia

En este apartado cabe mencionar la ESPADAÑA, “campanario de una sola pared, en la que están abiertos los huecos para colocar campanas.”

Imagen de una espadaña singular es la de la colegiata románica de San Salvador de Cantamuda (Palencia): 

Fuente: Introducción al arte románico


v CRIPTA. Los primeros cristianos la usaban como sepulcro para sus santos mártires en las catacumbas (galerías subterráneas) y para sitio de reunión en el día del aniversario de su martirio. Con el tiempo, cada cripta sepulcral se convirtió en una pequeña “capilla-relicario” sobre la que se erigieron luego otras iglesias superiores, haciendo coincidir los altares de ambas.  


Cripta luna. Fuente: Arquivoltas.com

v LA SACRISTÍA. Aunque estrictamente no forma parte de los lugares de celebración, tiene un papel importante en la preparación del culto y en su digna realización. Es la sala donde normalmente se revisten y preparan los ministros antes de salir a la celebración. Es también el lugar donde se guardan los objetos, vestidos y utensilios litúrgicos.

 

Sacristía del monasterio de El Escorial. Fuente: Patrimonio Nacional

 

v EL CONFESIONARIO (Sede Penitencial). Es el lugar donde se celebra el sacramento de la Penitencia y de la Reconciliación. Toma el nombre del aspecto más característico del mismo, la confesión de los pecados ante el sacerdote. Los confesionarios se encuentran cerca de la nave, una sede (asiento), normalmente de madera para oír confesiones, en un lugar patente y provisto de rejillas entre el penitente y el confesor que pueden utilizar libremente los fieles que así lo deseen.

Confesionario de la catedral de Sevilla. Fuente: Research Gate

 

v EL PRESBITERIO (del latín presbyterium, "consejo de ancianos") es el espacio en torno al altar, un poco elevado y distinto de la nave. Es un espacio particularmente digno y significativo. Hasta el Concilio Vaticano II estuvo reservado al clero. El presbiterio debe quedar bien diferenciado respecto a la nave del templo, sea por su diversa elevación, sea por una estructura y ornato peculiar. En el presbiterio existen tres elementos: el más importante es el altar (lugar del sacrificio eucarístico); también están la sede (lugar de presidencia) y el ambón (lugar de la proclamación de la Palabra de Dios).

 

Representación esquemática de la planta de una catedral donde se indica el presbiterio. Fuente: OFM Inmaculada Concepción

v EL ALTAR. Es el elemento más relevante en el edificio de la iglesia. Es el centro de nuestra celebración; a veces, la Misa puede celebrarse fuera de un lugar sagrado, pero nunca sin un altar o, al menos, una piedra que sirva como tal. El altar es signo de Cristo y, por tanto, merece toda nuestra veneración: los ministros lo besan, lo inciensan, se inclinan ante él, se ilumina. El altar es, simultáneamente, el ara donde se realiza sacramentalmente el único sacrificio de Cristo en la cruz, la Mesa del Señor -dispuesta con blancos manteles- en torno a la cual se congrega el único Pueblo de Dios para recibir el alimento: el Cuerpo y la Sangre de Cristo. Más adelante veremos más características del altar.

 

Altar frontal. Fuente: Arquitectura y Cristianismo

v EL AMBÓN. Es un pupitre elevado o púlpito desde el cual en las iglesias antiguas y basílicas se cantaban o leían el Evangelio y la Epístola, y desde el cual se hacían toda clase de comunicaciones a la congregación. Se cree que tuvieron su origen en la plataforma elevada desde la que los rabinos judíos leían las Escrituras al pueblo. Según algunos autores, se introdujeron en las iglesias en el siglo IV y cayeron en desuso hasta el siglo XIV, cuando fueron superados por los púlpitos. 

                                                Ambón de la catedral de Granada.                                                  Fuente: Glosario ilustrado de arte arquitectónico 

Está situado en el lugar litúrgico para la proclamación de la Palabra de Dios. La palabra latina “ambo” proviene del griego “anabaino”, subir, y designaba un sitio elevado, la tribuna, con barandilla y atril, cerca de la nave.  

 

v LA SEDE. Es el asiento reservado para el que preside la asamblea litúrgica, modera la oración y exhorta a la comunidad de los fieles reunida para la celebración eucarística. La sede es signo de la presencia de Cristo que, a través de su ministro, preside a su Iglesia. La sede del obispo recibe el nombre de Cátedra.

 

Sede o cátedra. Fuente: Arquitectura y Cristianismo

v EL SAGRARIO O TABERNÁCULO. El sagrario (lugar donde se guarda lo sagrado) o el tabernáculo (tienda de campaña; de ahí la fiesta de los Tabernáculos o tienda del encuentro), es el lugar donde se conserva la Eucaristía después de la celebración para que pueda ser llevada a los enfermos o puedan comulgar fuera de la Misa los que no han podido participar en ella. Ahora, la verdadera “tienda” o “tabernáculo” es Cristo mismo. La lámpara que luce junto al sagrario indica y honra la presencia de Cristo.

Sagrario de la Basílica - Santuario del Sagrado Corazón, Gijón (Asturias). 


Fuente: (Cf) Curso de Liturgia. (Cf) Pedro Sergio Antonio Donoso Beant

 

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