DOMINGO
28 de Junio de 2020
2 Reyes 4, 8-11. 14-16 a / Salmo 88 / Rom. 6, 2-4. 8-11 / Mat. 10, 37-42.
Comentario
Aparece este texto
evangélico muy cargado de desconcierto por la dureza del
contenido por parte de Dios: El que quiere a su padre o a su madre; el que
quiere a su hijo o a su hija más que a mí, no es digno de mi..., y me digo
a mí mismo: ¡Dios mío, déjame pedirle prestada la linterna a Diógenes. A ver
cómo me explico yo esto con mis amigos a quienes me dirijo!
PUNTO DE PARTIDA
Acudimos a san Pablo
en la carta a los Romanos (2ª lect.) y observamos que dice que es
para que nosotros andemos en una vida nueva...O sea que es
para que vivamos la vida nueva del Resucitado; y que además nos facilitó
que pudiésemos vivirla y reforzarla mediante la Eucaristía.. Me
fijo que, a juzgar por nuestra experiencia personal, los progresos
de semana en semana nos parecen más bien escasos en esa novedad de vida,
porque estamos personalmente demasiado instalados en nuestras
maneras de hacer, pensar y hablar.
A esto se suma la
realidad del ambiente social que pesa en la gente, que tira
hacia abajo debido a la comodidad, pereza, etc. Me explico que el Señor
quiera elevar el listón en nuestros modos de actuar a fin de que
reaccionemos a tiempo para nuestra salvación personal,
familiar y colectiva. Una vez una persona me dijo: Hay un demonio
en la familia que me trae a mal traer, Le dije: ¿Cómo?... Si en el evangelio se
dice que hasta andan en “manada”. Es además otra misteriosa y
poderosa realidad que está ahí, para tener en cuenta a la hora de la verdad.
¿GUARDA RELACIÓN MI
ESTILO DE VIDA CON EL DE JESÚS? …
Se trata de la
Formación Cristiana de la gente, desde que nace hasta que muere, y
a todos los niveles y estados. Voy a tratar algo este asunto. Estoy a la puerta
de los 85 años. Contaré vivencias personales y de mi experiencia
sacerdotal sin decir nombres, como es natural. Lo hago porque me parece muy
importante para que nos lo tomemos en serio y que despertemos, ya que es vital
para la sociedad.
Venimos al mundo por medio de nuestros
padres y porque Dios lo ha querido: Nacemos en una determinada
familia con “pin” de cristiana, más o menos reconocible, pero al menos
“socialmente” cristiana. El ambiente lo favorecía. Después fuimos personalmente
despertando a los diversos estímulos de la vida y en el entorno de la
familia. Nos fuimos abriendo a los vecinos y al ambiente social. A los estudios,
y a veces con muchas dificultades. Esto me lleva a apreciar mejor
su importancia. Al espíritu de trabajo. Nos grabaron a fuego que
“la historia es la maestra de la vida”. Al espíritu de sacrificio,
tal vez porque no había más remedio...A rezar: porque Dios era y sigue
siendo el Señor de todo: De la vida, de la muerte, de la naturaleza,
que también había que cuidar más y como algo propio, del vecindario a
quien había que respetar siempre... Nos enseñaban ya en casa el Catecismo, las
matemáticas, algo de literatura. Después esto sería perfeccionado en la escuela
del barrio. La segunda enseñanza. Seminario en mi caso. Humanidades,
etc. Filosofía, Teología, Derecho o Normas para la vida. Así llegamos a valorar
y cultivar: la memoria, el entendimiento, la voluntad, los afectos y los
sentimientos y la importancia de la propia personalidad.
También hemos
descubierto que todos somos distintos y que debemos respetar
a todos los demás como son, (Familia, Padres, Hermanos), aunque no piensen como
nosotros. Que debemos corregir al que está equivocado, haciéndole entrar
en razón, pero siempre con cariño y amor; y dando razones siempre.
¿Puede haber doctrina más humana y divina a la vez?...
OBSERVACIÓN DE LA
SITUACIÓN.
Encaja, por lo tanto,
todo esto con el Capitulo 10 de san Mateo a cerca de las enseñanzas del
Señor sobre la Misión de los apóstoles. Vale, por lo tanto, para
nosotros. Conociéndonos un poco más, no es extraño que el Señor use palabras
fuertes para prevenirnos y estimularnos a que con el paso del tiempo
no desfalleciéramos en la tarea de la Evangelización. Me pregunto...
¿Por qué se maltrata y desprecia la enseñanza religiosa en la escuela? o
cuando menos se minusvalora o no se le da la importancia que tiene? Creo
que la postura normal debería ser todo lo contrario y con agradecimiento.
Cuesta, sí: pero lo que vale, suele siempre costar.
Se descubre por lo
tanto en el ser humano una realidad de relación de mi persona con
las personas de los demás empezando por la propia familia y que no debe ser
manipulada por nada ni nadie, pero sí ayudada y estimulada. Pensemos en la historia
del paralítico del Evangelio, que se queja al Señor de que
nadie le ha echado al agua de la piscina para ser curado. Todo esto tiene que ver
con la persona humana y con la propia vocación y de ahí depende su felicidad.
Avala esto la Historia
de Abrahán al salir de Ur de Caldea cuando le confirma el
Señor su decisión diciéndole: “Sal de tu casa, la casa de tu padre, sal
de tu patria”. Sería muy importante urgar en esta decisión de Abrahán,
convenciendo a su padre Terah, ante las presiones de aquellos
pueblos de raza aria, amorreos, hititas...en continuos trasiegos, a quienes
intenta unificar por la fuerza Hammurabi (s. XXII a. C.) yendo también
sobre Ur de Caldea, patria de Abrahán que las ve venir. Valoremos la
historia.
Cuantas más opciones
tengamos delante de nosotros, mejor creo yo, para poder elegir en la vida. Aquí
la “naturaleza humana se convierte en la expresión de una nueva relacionalidad”
que queremos ver pronto hecha realidad.
Simón-David Castro Uzal sdavidcuzal@gmail.com 28-Junio-2020
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