sábado, 30 de mayo de 2020

Rezar en familia (11)


 
 
 
SOLEMNIDAD DE PENTECOSTÉS

Hech. 2, 1-11/ Jn 20, 19-23

Domingo, 31-Mayo-2020
 
 

 

 
 
 
Dice el Libro de los Hechos de los Apóstoles que todos estaban reunidos y “se produjo como un viento que soplaba fuertemente” y “unas lenguas como llamaradas” se posaron encima de cada uno...Se llenaron de Espíritu Santo y empezaron a hablar otras “lenguas”. Había en Jerusalén judíos devotos venidos de todos los pueblos. Era una multitud...quedaron desconcertados, estupefactos y admirados. Hablaban y se entendían, siendo que ellos eran galileos. Enumeran que había gentes de Mesopotamia, Judea y Capadocia, del Ponto y del Asia, de Frigia y Panfilia, de Egipto y de Libia, ciudadanos romanos forasteros, judíos y prosélitos, cretenses y de arabia. Total, un gran acontecimiento.
 
 

 
El Evangelio de san Juan narra la venida del Espíritu Santo al atardecer de ese mismo día reunidos los discípulos. Repite el saludo de la Paz. Y ahora lo conecta todo con el Padre, manifestándose como enviado suyo y enviando también Él a sus discípulos “soplando” sobre ellos y diciendo: “Recibid el Espíritu Santo; a quienes les perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis les quedan retenidos”.

Y a continuación concreta que fue al anochecer del octavo día de la semana. Aparece Jesús en medio de ellos de nuevo diciendo: “Paz a vosotros”. Les mostró las manos y el costado. Después le dijo a Tomás: Trae aquí tu dedo y mira mis manos, y trae tu mano y métela en mi costado, y no seas incrédulo sino creyente.


Dos fuentes -Lucas y Juan - distintas y complementarias sobre el mismo hecho o suceso. ¿Cómo es que no dicen lo mismo?... -Dicen lo mismo, pero con matices distintos y complementarios. Los autores, Lucas y Juan, Apóstoles, son personas humanas distintas; y cada una de ellas se fija en detalles distintos. Algo así como cuando en una rueda de prensa hay varios periodistas y cada uno enfoca su artículo o narración de diversa manera. O como si a nosotros nos preguntaran sobre lo que dijo alguien p. ej. ¿qué dijo el cura o “cómo lle foi na feira?”...



 
A mí ante estas lecturas se me ocurre considerar:

1º.- Se ve que el Padre, el Hijo (Jesucristo) y el Espíritu Santo están en una íntima relación. Luego, el Padre, el Hijo, y el Espíritu Santo, están al mismo nivel, porque son el mismo Dios: Creador-Redentor y Salvador. En Unidad de Naturaleza y Diversidad de Personas: Es el Misterio de la Santísima Trinidad.

.- Aparece el gesto de “Soplar”, en esta narración. Si acudimos al Libro del Génesis 2,7 se nos dice que en la creación del hombre Dios insufló en él “aliento de vida”, convirtiéndose en un ser vivo”. En consecuencia nosotros debemos respetar y no manosear la vida humana de nadie ni tampoco la propia, -tanto en el principio, como en el medio y al final de la misma -, porque la vida procede directamente de Dios a través de nuestros padres.
 

Si esto pasa con la “primera creación”, también pasa con la “segunda creación”, transmitida y realizada por Jesucristo – con su Vida, Muerte y Resurrección –, a lo que llamamos Redención. Y lo mismo pasa con la Nueva Re-Creación o Santificación, transmitida, también por el Resucitado, y atribuida o encomendada al Espíritu Santo. Vida que se nos da en un Marco de la Misión proclamada por Cristo y que es la misma vida vivida por Jesús, como Él nos la enseñó, y transmitida de ahora en adelante por el Espíritu Santo.

Me pregunto: ¿Por qué Jesús le pregunta por tres veces a Pedro si le ama? ¿No será porque Pedro va a ocupar ese lugar clave (Primado) en la futura Misión de la Iglesia, que es la alabanza, la santificación, el amor, el sacrificio, el apostolado...Por ese soplo de Cristo nace el Espíritu, - lo que nace del Espíritu es Espíritu-, que es la vida del Padre y el origen del sentido de la vida de filiación divina en nosotros?

 

Por lo tanto ahora cada uno de nosotros debemos sentirnos Iglesia cada uno a su nivel, pero debemos pararnos a pensar que lo más importante como cristianos es dar gloria y alabanza a Dios- Padre, Hijo y Espíritu Santo – buscando y tocando todas las teclas que el Espíritu nos dé a conocer en la oración, para mover a la humanidad a conocer y vivir ese sentido de la filiación divina, y lo “demás para los conejos”.., porque esta debe ser la razón fundamental de nuestra existencia y de toda nuestra vida.
 
 

Simón-David Castro Uzal sdavidcuzal@gmail.com Para el 31 de Mayo de 2020

 

 

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