SOLEMNIDAD
DE PENTECOSTÉS
Hech. 2,
1-11/ Jn 20, 19-23
Domingo,
31-Mayo-2020
Dice el Libro de los Hechos de los Apóstoles que todos estaban reunidos y “se produjo como un
viento que soplaba fuertemente” y “unas lenguas como llamaradas”
se posaron encima de cada uno...Se llenaron de Espíritu Santo y
empezaron a hablar otras “lenguas”. Había en Jerusalén judíos devotos
venidos de todos los pueblos. Era una multitud...quedaron desconcertados,
estupefactos y admirados. Hablaban y se entendían, siendo que ellos eran
galileos. Enumeran que había gentes de Mesopotamia, Judea y Capadocia,
del Ponto y del Asia, de Frigia y Panfilia, de Egipto y de Libia, ciudadanos
romanos forasteros, judíos y prosélitos, cretenses y de arabia. Total, un gran
acontecimiento.
El Evangelio de san Juan narra la venida del Espíritu Santo al
atardecer de ese mismo día reunidos los discípulos. Repite
el saludo de la Paz. Y ahora lo conecta todo con el
Padre, manifestándose como enviado suyo y enviando también Él
a sus discípulos “soplando” sobre ellos y diciendo: “Recibid el
Espíritu Santo; a quienes les perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a
quienes se los retengáis les quedan retenidos”.
Y a continuación concreta que fue al
anochecer del octavo día de la semana. Aparece
Jesús en medio de ellos de nuevo diciendo: “Paz a vosotros”.
Les mostró las manos y el costado. Después le dijo a Tomás: Trae aquí
tu dedo y mira mis manos, y trae tu mano y métela en mi costado, y no seas
incrédulo sino creyente.
Dos fuentes -Lucas y Juan - distintas
y complementarias sobre el mismo hecho o suceso. ¿Cómo es que no
dicen lo mismo?... -Dicen lo mismo, pero con matices distintos
y complementarios. Los autores, Lucas y Juan, Apóstoles, son personas humanas
distintas; y cada una de ellas se fija en detalles distintos. Algo así
como cuando en una rueda de prensa hay varios periodistas y cada uno
enfoca su artículo o narración de diversa manera. O como si a nosotros nos
preguntaran sobre lo que dijo alguien p. ej. ¿qué dijo el cura o “cómo lle foi
na feira?”...
A mí ante estas lecturas se me
ocurre considerar:
1º.- Se ve que el Padre, el Hijo (Jesucristo) y el Espíritu Santo están en una
íntima relación. Luego, el Padre, el Hijo, y el Espíritu Santo, están al mismo
nivel, porque son el mismo Dios: Creador-Redentor y Salvador. En Unidad de
Naturaleza y Diversidad de Personas: Es el Misterio de la Santísima
Trinidad.
2º.- Aparece el gesto de “Soplar”, en esta narración. Si acudimos al
Libro del Génesis 2,7 se nos dice que en la creación del hombre Dios
insufló en él “aliento de vida”, convirtiéndose en un “ser
vivo”. En consecuencia nosotros debemos respetar y no
manosear la vida humana de nadie ni tampoco la propia,
-tanto en el principio, como en el medio y al final de la
misma -, porque la vida procede directamente de Dios a través de nuestros
padres.
Si esto pasa con la “primera
creación”, también pasa con la “segunda creación”,
transmitida y realizada por Jesucristo – con su Vida, Muerte y Resurrección –,
a lo que llamamos Redención. Y lo mismo pasa con la Nueva Re-Creación
o Santificación, transmitida, también por el Resucitado, y
atribuida o encomendada al Espíritu Santo. Vida que se nos da en un Marco
de la Misión proclamada por Cristo y que es la misma vida vivida
por Jesús, como Él nos la enseñó, y transmitida de ahora en
adelante por el Espíritu Santo.
Me pregunto: ¿Por qué Jesús le
pregunta por tres veces a Pedro si le ama? ¿No será porque Pedro
va a ocupar ese lugar clave (Primado) en la futura Misión
de la Iglesia, que es la alabanza, la santificación, el amor, el
sacrificio, el apostolado...Por ese soplo de Cristo nace el Espíritu, - lo que
nace del Espíritu es Espíritu-, que es la vida del Padre y el origen del
sentido de la vida de filiación divina en nosotros?
Por lo tanto ahora cada uno de
nosotros debemos sentirnos Iglesia cada uno a su nivel, pero
debemos pararnos a pensar que lo más importante como cristianos
es dar gloria y alabanza a Dios- Padre, Hijo y Espíritu Santo – buscando y
tocando todas las teclas que el Espíritu nos dé a conocer en la oración,
para mover a la humanidad a conocer y vivir ese sentido de la filiación
divina, y lo “demás para los conejos”.., porque esta debe ser la razón
fundamental de nuestra existencia y de toda nuestra vida.
Simón-David Castro
Uzal sdavidcuzal@gmail.com Para el 31 de Mayo de
2020
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