MEDITACIÓN sobre Evangelio de hoy: Marcos 8, 22-26
Fuente: Youtube
Jesús le puso saliva
en los ojos, le impuso las manos y le preguntó si veía algo. El conocimiento es siempre progresivo.
Tan solo después de mucho tiempo y de largo aprendizaje se puede llegar al
perfecto conocimiento. Primero se va todo lo sucio, se va la ceguera, y
entonces viene la luz. La saliva del Señor es una enseñanza perfecta: enseñar
de manera perfecta viene de la boca del Señor. La saliva del Señor, que, por
decirlo de alguna manera, viene de su sustancia, es el conocimiento, igual que
la palabra que sale de su boca es un remedio.
Veo hombres, me parecen árboles, pero andan; veo todavía en sombra, no veo del todo la verdad. El sentido de esta parábola es: entreveo alguna cosa en la ley, pero todavía no percibo la luz esplendorosa del Evangelio. Le puso otra vez las manos en los ojos; el hombre miró: estaba curado, y veía todo con claridad. Veía, digo, todo lo que nosotros vemos: veía el misterio de la Trinidad, veía todos los sagrados misterios contenidos en el Evangelio. También nosotros los vemos porque creemos en Cristo, que es la verdadera Luz.
SAN
JERÓNIMO
Asceta y doctor de la Iglesia de origen dálmata que
sirvió como secretario al Papa.
Retirado en Belén, tradujo y comentó la Biblia (Ca
340- 420).
Fuente: Magnificat, febrero 2023
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