La misa “Rorate”, tradición de Adviento
La misa “Rorate” en honor de
la Santísima Virgen María se celebra en la oscuridad justo antes del
amanecer.
La temporada de Adviento cae cada año en
el oscuro mes de diciembre y es un mes en el que vemos el tema general de la
temporada litúrgica reflejado en la naturaleza. La oscuridad se ha apoderado
del mundo y aumenta más a cada día. Sin embargo, hay esperanza por la pronta
llegada de los días que empezarán a alargarse y del sol que conquistará la
noche. La tierra revela que existe una luz en este oscuro lugar y esa Luz reina
triunfante.
La Iglesia hace aún más visible esta
verdad con una antigua tradición (a menudo olvidada) llamada Misa “Rorate
Caeli”. Esta misa votiva durante el Adviento en honor de la Santa Madre recibe
su nombre de las primeras palabras del canto de apertura en latín, “Rorate
caeli”, es decir “Derramad, oh cielos”.
La misa se celebra con más frecuencia en
comunidades consagradas a la Forma Extraordinaria del Rito Romano (es decir, la
“misa latina”), pero es también una opción para las parroquias que celebran la
misa en la lengua vernácula.
Lo peculiar de esta celebración de la
Eucaristía es que se celebra tradicionalmente a oscuras, con la única luz de
las velas y justo antes del amanecer. El simbolismo de esta misa es abundante y
es una expresión suprema de la temporada de Adviento.
Primero de todo, ya que la misa se
celebra normalmente justo antes del amanecer, los cálidos rayos del sol
invernal van iluminando lentamente la iglesia. Si se mide correctamente, para
el final de la misa toda la iglesia está ya inundada por la luz del sol. Esto
es reflejo del tema general del Adviento, un tiempo de expectativa y espera
ansiosa por la llegada del Hijo de Dios, la Luz del Mundo.
En la Iglesia primitiva, Jesús era
representado con frecuencia como Sol Invictus, el “Sol invicto”, y el 25 de
diciembre era conocido en el mundo pagano como Dies Natalis Solis Invicti (Día
del Nacimiento del Sol Invicto).
San Agustín hace referencia a este
simbolismo en uno de sus sermones: “Gocémonos, hermanos; alégrense y exulten
los pueblos. Este día lo ha hecho sagrado para nosotros no el sol visible, sino
su creador invisible, cuando una virgen madre, de sus entrañas fecundas y en la
integridad de sus miembros, trajo al mundo hecho visible por nosotros, a su
creador invisible”.
Conectado con este simbolismo está el
hecho de que esta misa se celebra en honor de la Santísima Virgen María, a
menudo tratada con el título de “Lucero del Alba”. Astronómicamente hablando,
el “lucero del alba” es el planeta Venus y se ve con más claridad en el cielo
justo antes del amanecer o después del ocaso.
En ese momento es la “estrella” más
brillante en el cielo y proclama o abre el camino al Sol. La Santa Madre es el
auténtico “Lucero del Alba”, siempre señalándonos a su Hijo, y así la Misa
“Rorate” nos recuerda el papel de María en la historia de la Salvación.
En segundo lugar, nos recuerda la
verdad de que la oscuridad de la noche no dura, sino que es siempre rebasada
por la luz del día. Es una verdad simple que a menudo olvidamos,
especialmente en medio de una prueba de tinieblas en la que todo el mundo
parece inclinado a destruirnos. Dios nos tranquiliza diciéndonos que esta vida
es solo temporal y que somos “forasteros y huéspedes” en una tierra extranjera,
con destino al Paraíso.
Por último, encontramos un hermoso
destello de simbolismo en la costumbre de que todos los presentes sostengan
velas encendidas a lo largo de la misa. Ciertamente, es una forma práctica
de iluminar la iglesia, pero también simboliza la realidad de que la
oscuridad es repelida por la unión de muchas luces individuales.
De hecho, cuando todos juntos permitimos
que brillen nuestras luces ante la humanidad, sin esconderlas bajo un cajón (Mt
5,15), somos capaces de iluminar el mundo y destruir sin problemas la oscuridad
ante nosotros.
En definitiva, la Misa “Rorate” es una
bella tradición en la Iglesia que nos ayuda a entrar en la temporada de
Adviento. Por encima de todo nos ayuda a recordar y a reflexionar sobre una
verdad central de nuestra fe: la oscuridad es una sombra pasajera y huye más
rápidamente cuando ve una multitud de luces.
Una muestra de que la tradición sigue es
la invitación a vivir esta costumbre de Adviento que hizo en diciembre de 2016
el Papa Francisco, cuando se dirigió a los peregrinos polacos en la audiencia
de los miércoles y los invitó a vivir la costumbre de las
Misas Rorate durante el Adviento.
1 comentario:
El Adviento es sin duda mi tiempo litúrgico favorito. Me produce una sensación particular de nostalgia y alegría, bastante particular. Desde hace algunos años he querido proponer la celebración de la Misa Rorate en mi Parroquia durante los sábados del Adviento y quisiera consultar algunas cosas:
En primer lugar, Existe únicamente un formulario de misa votiva de Sancta Maria in Sabbato, propia para el Adviento. ¿Se debe repetir esta en todas las celebraciones?
Junto a Ese formulario, están las lecturas: Isaías 7, 10 - 15, Salmo 23,7 y Evangelio Lucas 1, 26 -38. También hay que repetir estas lecturas, o sólo se toman para el sábado de la primera semana, y en los demás las lecturas del día?
y Finalmente, ¿Está totalmente prohibido celebrar la Misa Rorate dentro de las Ferias Privilegiadas del Adviento?
Les agradecería enormemente si me pueden ilustrar en el tema, pues así podría proponer la celebración en mi parroquia con mayor conocimiento.
Bendiciones y saludos desde Colombia.
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