domingo, 4 de octubre de 2015

Vida de San Francisco: 4 de octubre


Fundador de los franciscanos. Nació el 5 de julio de 1182 en Asís, en el seno de una acaudalada familia.
Durante su juventud llevó una vida mundana. Tras una batalla entre Asís y Perugia estuvo encarcelado un año en esta ciudad. Siendo prisionero padeció una grave enfermedad durante la cual decidió cambiar su forma de vida.
 
 
En 1205 ejerció la caridad entre los leprosos y comenzó a trabajar en la restauración de ruinas de iglesias debido a una visión en la que el crucifijo de la iglesia en ruinas de San Damián en Asís le ordenó que reparara su casa.
Renunció a su lujosa ropa por una capa y dedicó los tres años siguientes al cuidado de los leprosos.
En 1208, durante una misa, escuchó una llamada diciéndole que saliera al mundo y, siguiendo el texto de Mateo 10, 5-14, "no poseyera nada pero hiciera el bien en todas partes".
En 1212 emprende camino a Tierra Santa, pero una tempestad le obligó a regresar. Viajó a Tierra Santa permaneciendo allí hasta el año 1220. Quería ser martirizado y se alegró al saber que cinco monjes franciscanos habían muerto en Marruecos mientras cumplían sus obligaciones.

La tradición de poner el Belén en el mundo se remonta al año 1223, en una Navidad de la villa italiana de Grecio. En esta localidad, San Francisco de Asís reunió a los vecinos para celebrar la misa de medianoche. En derredor de un pesebre, con la figura del Niño Jesús.
Francisco de Asís falleció el 3 de octubre de 1226 cerca de la capilla de la Porciúncula y fue sepultado en San Giorgio. Sus restos se encuentran en la Basílica de San Francisco en Asís.

En 1980 el papa Juan Pablo II le proclamó patrón de los ecologistas. Sus emblemas son el lobo, el cordero, los peces, los pájaros y los estigmas. Su festividad se celebra el 4 de octubre.
Oración de San Francisco
Oh, Señor, hazme un instrumento de Tu Paz.
D
onde hay odio, que lleve yo el Amor.

D
onde haya ofensa, que lleve yo el   Perdón.
D
onde haya discordia, que lleve yo la Unión.
D
onde haya duda, que lleve yo la Fe.
D
onde haya error, que lleve yo la Verdad.
D
onde haya desesperación, que lleve yo la Alegría.

D
onde haya tinieblas, que lleve yo la Luz.
Oh, Maestro, haz que no busque tanto ser consolado, sino consolar;
ser comprendido, sino comprender;
ser amado, como amar.
Porque es:
dando, como se recibe;
perdonando, como se es perdonado;
muriendo, como se resucita a la
Vida Eterna.

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