lunes, 31 de diciembre de 2012

365 entradas

 
 
Cuando el año pasado (el 2011) iba tocando a su fin hice un propósito que creo que solo comenté con algún amigo sin llegar a creerme yo mismo que llegaría a realizarlo. Se trataba de poner 365 entradas en el nuevo año 2012. Hoy está a punto de terminar. Pensaba que no lo daría logrado porque mantener una media de una entrada al día en el blog cuesta lo suyo. Las muchas actividades que entre todos hemos sacado adelante a lo largo de este año hacen que hoy tenga que dar gracias a Dios una vez más por los que formáis esta comunidad cristiana que aspira a ser siempre un hogar de la Fe. Me he levantado de la mesa unos minutos para escribir esto aquí y cumplir con el propósito. Mientras lo hago veo en mi habitación el belén que tengo de figuritas pequeñas...tengo una que está rota: es una mujer que camina apresurada con un farolillo en la mano; y también un ángel que este año he subido sobre un soporte de cartón que creo era la caja de una colonia...no importa nada de todo eso porque caben en el belén. A fin de cuentas en el belén que puso Dios en la primera Navidad también había figuras rotas.
 
Pienso que Dios seguirá poniendo el Belén en esta parroquia; no me refiero al que ponemos simbólicamente en la iglesia ni en la capilla (este año muy vip ambos) sino a aquel otro que nosotros formamos. Cuando Dios puso el primero lo llenó de vida y de estrellas que arropasen a Jesús en el pesebre.
Hoy el Señor...; dentro de unos minutos ya tengo que dejar de escribir porque escucho de lejos una tele que anuncia la cercanía del fin de año y mi familia me reclama. Me gusta pensar que la Puerta es María y que el Sol es Jesús que vino a visitarnos. La Puerta del Sol.
El propósito de este año (2013)...no sé todavía. Rezo, recemos; por las figuras rotas de nuestro Belén. En especial, los enfermos y aquellas que ya no están para ser puestas.
El Señor ha puesto el tiempo en nuestras manos con su nacimiento. Ahora nos va a regalar 365 razones para amar. Los cristianos somos así. Desde aquel día, cada vez que ponemos el nacimiento o hacemos el belén de cada día, es como si Dios mismo nos invitara a que le imitemos jugando a ser creadores de un universo de corcho, barro, nieve y papel de plata (o aluminio), donde pueda reinar el Señor.
 
¡Feliz año nuevo a todos!