Estamos en esos días en los que uno tiene que leer -si ha sido bueno- (condición que siempre ponen Sus Altezas Reales), los libros que le han dejado. Os dejo aquí mientras tanto un vídeo de lo que hacen estos seres en una librería de Toronto durante la noche. Y os deseo que a vosotros también os hayan traído buenos compañeros para dormirnos, o para acompañarnos mientras esperamos en el dentista o descansamos un ratito leyendo. Estoy con uno en el que vivo la experiencia de cientos de personas...
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