domingo, 21 de febrero de 2016

La misericordia (IV)


La tragedia del ser humano fue, y sigue siendo, pensar que él es capaz de dar otro sentido al universo, a la historia. En definitiva, como podemos entender todos bien, la tragedia del hombre es crear un mundo sin AMOR.

 


Pero Dios no podía dejar de amar. Por eso nunca dejó al hombre a la deriva. Muchas veces y de muchos modos nos enseña el camino de retorno. Su modo de hacer es poco a poco, con paciencia va reparando los daños que el pecado inicial causa en nosotros.

 

Y para demostrarnos su amor, cuando vio que el hombre ya podía reconocerlo vino Él mismo en la persona de Jesús de Nazaret. “Feliz la culpa –dice una oración- que mereció tal Redentor”. Y desde entonces, la misericordia se ha convertido para los hombres en el camino de retorno a Dios, el camino del Amor.

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