FIESTA DE LA CANDELARIA
Una vez cumplidos los días, acudía junto con su esposo al templo llevando una ofrenda: un cordero y una paloma o tórtola. Los primogénitos eran consagrados al Señor en recuerdo de los primogénitos de Egipto que Dios había salvado.
La Biblia nos
recuerda que José y María llevaron a Jesús al templo de Jerusalén para cumplir
con el precepto, llevando dos palomas blancas como ofrenda. Una vez en el templo,
el anciano Simeón, movido por el Espíritu Santo, tomó en brazos a Jesús y lo bendijo,
diciendo que Él sería la luz que iluminaría a los gentiles.
Precisamente,
recordando las palabras de Simeón, en la fiesta de la Candelaria, llevamos unas
candelas a la parroquia para que las bendigan, como símbolo de Jesús, luz de todos los hombres.
Fuente: Catholic.net
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