HOY
miércoles DE CENIZA (10 de febrero) se realiza la imposición de la ceniza en
todas las MISas de la Parroquia.
La Cuaresma comienza con el Miércoles de Ceniza y es un tiempo de oración,
penitencia y ayuno. Cuarenta días que la Iglesia marca para la conversión del
corazón.
Las palabras que se usan para la imposición de cenizas, son:
* “Arrepiéntete y cree en el Evangelio”
Antiguamente los judíos acostumbraban cubrirse de ceniza cuando hacían
algún sacrificio y los ninivitas también usaban la ceniza como signo de su
deseo de conversión de su mala vida a una vida con Dios.
En los primeros siglos de la Iglesia, las personas que querían recibir el
Sacramento de la Reconciliación el Jueves Santo, se ponían ceniza en la cabeza
y se presentaban ante la comunidad vestidos con un "hábito
penitencial". Esto representaba su voluntad de convertirse.
En el año 384 d.C., la Cuaresma adquirió un sentido penitencial para todos
los cristianos y desde el siglo XI, la Iglesia de Roma acostumbra poner las
cenizas al iniciar los 40 días de penitencia y conversión.
Las cenizas que se utilizan se obtienen quemando las palmas usadas el
Domingo de Ramos del año anterior. Esto nos recuerda que lo que fue signo de
gloria pronto se reduce a nada.
También, fue usado el período de Cuaresma para preparar a los que iban a
recibir el Bautismo la noche de Pascua, imitando a Cristo con sus 40 días de
ayuno.
La imposición de ceniza es una costumbre que nos recuerda que algún día
vamos a morir y que nuestro cuerpo se va a convertir en polvo. Nos enseña que
todo lo material que tengamos aquí se acaba. En cambio, todo el bien que
tengamos en nuestra alma nos lo vamos a llevar a la eternidad. Al final de
nuestra vida, sólo nos llevaremos aquello que hayamos hecho por Dios y por
nuestros hermanos.
Cuando el sacerdote nos pone la ceniza, debemos tener una actitud de querer
mejorar, de querer tener amistad con Dios. La ceniza se le impone a los niños y
a los adultos.
El miércoles de ceniza y el viernes santo son días de ayuno y abstinencia.
La abstinencia obliga a partir de los 14 años y el ayuno de los 18 hasta los 59
años. El ayuno consiste hacer una sola comida fuerte al día y la abstinencia es
no comer carne. Este es un modo de pedirle perdón a Dios por haberlo ofendido y
decirle que queremos cambiar de vida para agradarlo siempre.
Como vemos, la ceniza no es un rito mágico, no nos quita nuestros pecados,
para ello tenemos el Sacramento de la Reconciliación. Es un signo de
arrepentimiento, de penitencia, pero sobre todo de conversión. Es el inicio del
camino de la Cuaresma, para acompañar a Jesús desde su desierto hasta el día de
su triunfo que es el Domingo de Resurrección.
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