sábado, 11 de mayo de 2013

Jesús Manuel (V)


Este mes de mayo hace cuatro años que sufrió una gravísima neumonía. Estuvo hospitalizado en Andorra durante dos meses, en la UCI. Tuvieron que sedarlo completamente, hacerle una traqueostomía y afrontar las diversas complicaciones que supone esa situación, más las que suponía su estado de base…que lo complicaba todo más (más infecciones, menor margen de maniobra, mayor riesgo de daños neurológicos añadidos..).

Pero lo superó. No había duda: era un luchador. Con varios paros cardíacos incluidos. Y en septiembre de ese mismo año pudo ver, con su familia, sentado en un banco, cómo la Vuelta Ciclista pasaba por delante  de su casa en Andorra. El ciclismo era su deporte favorito.

Después de aquello su salud fue mermando. Muy lentamente. Fue perdiendo masa y fuerza muscular, tenía infecciones más a menudo, complicaciones varias…

Entonces su familia decidió liquidar el negocio, sus padres se jubilarían y se irían a vivir los cuatro a su Galicia querida. El 30 de junio de 2011 se trasladaron aquí. Y disfrutarían de Jesús. Su ángel. Su tesoro.

 
A los 9 días de instalarse en Ames se puso mal de nuevo. Otra vez neumonía. Y vuelta a empezar todo lo vivido en Andorra. UCI, traqueostomía (la segunda), sedación, paros cardíacos…

Pero el 3 de septiembre salió del hospital, en silla de ruedas, inválido de las piernas, pero salió, tras tres largos meses de hospitalización. Había vuelto a ganarle la batalla a la dama de negro. Creo que él tenía cosas pendientes antes de irse. Y las cumplió.

Lo primero que pidió ver, al salir del hospital, fueron los “barquitos”. ¡ Claro! De eso en Andorra no había así que era una novedad… Y en cuanto estuvo un poco recuperado su familia le llevó a visitar puertos de mar donde pudiera ver barquitos… ¡y también barcos grandes!

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