Se dijo de él que sería
un Papa de transición. Salió igual que Francisco en Time y ciertamente con 77 años muchas de las cosas ya están hechas y después de un Papa largo como había sido Pío XII parece creíble que se buscase un pontificado más breve.
Juan XXIII era grueso, de aspecto
bondadoso y siempre sonriente. Los periodistas y los especialistas en temas del
Vaticano dijeron que sería un papa de
transición.
Ni los cardenales que
lo votaron ni el resto de la Iglesia esperaban que la alegría, la modestia
personal y la generosidad de Juan XXIII llegarán a calar tan fuerte y de manera
tan inesperada en el mundo entero.
Desde el primer
momento empezó a ejercer su misión de forma diferente: fue el primer Papa desde
el año 1870 que visitó personalmente las parroquias de Roma, en su primera
Navidad como Papa visitó a los niños enfermos de dos hospitales y al día
siguiente a los presos de la cárcel Regina
Coeli.
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