El
pasado 11 de febrero de 2014, por Twitter, el Papa Francisco escribió lo
siguiente: “Recemos hoy juntos por Su Santidad Benedicto XVI, un hombre
valiente y humilde”. Me pareció que era una forma hermosa de definir al Papa
Benedicto que hacía un año anunciaba su renuncia al ministerio de Pedro. Es
cierto, ese anciano vestido de blanco que nos cautivó por la elegancia y altura
intelectual y espiritual de su magisterio es un pastor valiente y humilde.
Este
sábado resultó conmovedor verlo sentado abajo, entre los cardenales para
asistir al acto de creación de algunos nuevos cardenales. Se le ve al principio
sentado; pero como es un pastor de una elegancia humana y espiritual de gran
altura cuando el Papa se acerca a él se saca el solideo de su cabeza para
saludar al Papa Francisco descubierto. Un gesto de educación. Pero mucho más
que de educación. Viva el Papa.
Este
viernes a las 20 horas se cumple un año de su renuncia. Desde aquel momento
hemos vivido muchos acontecimientos y ahora resulta más fácil entenderlo y
vislumbrar la grandeza de alma de B-16.
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