domingo, 14 de abril de 2024

Tercer domingo de Pascua

 

Fuente: Párroco José Luis

¡Soy yo en persona! Tocadme

¿Cómo es que el cuerpo del Señor, después de resucitado, siguió siendo un cuerpo verdadero cuando pudo entrar donde estaban los discípulos a pesar de estar cerradas las puertas? … Porque este cuerpo del Señor que iba al encuentro de los discípulos a pesar de estar cerradas las puertas es el mismo que, por su natividad, se hizo visible a los hombres cuando salió del seno también cerrado de la Virgen. No debemos extrañarnos de que nuestro Redentor, después de resucitar para vivir para siempre, entrara a pesar de estar cerradas las puertas, puesto que, habiendo venido a este mundo para morir, salió del seno de la Virgen sin abrirlo…

Ahora bien, lo que se toca necesariamente se corrompe y lo que no se corrompe no puede ser tocado. Pero de una manera maravillosa e incomprensible, nuestro Redentor nos hizo el don de ver, después de su resurrección, un cuerpo incorruptible y, al mismo tiempo, palpable. Mostrándolo incorruptible, nos invitaba a la recompensa; dejándonoslo a tocar, nos confirmaba en la fe. Así pues, se hizo ver al mismo tiempo incorruptible y palpable, para mejor manifestar que después de su resurrección su cuerpo seguía siendo de la misma naturaleza, pero que estaba elevado a una gloria del todo diferente.  

San Gregorio Magno

Nació en Roma; prefecto de su ciudad y después monje, fue Papa desde el año 590. Es doctor de la Iglesia (540-604)

Fuente: Magnificat, abril 2024

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