Hoy,
lunes 2 de Noviembre de 2015
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CONMEMORACIÓN DE TODOS LOS FIELES DIFUNTOS
En
la festividad de hoy rogamos al Señor por todos los cristianos fallecidos;
aquellos que “nos han precedido en el signo de la fe” y a quienes tanto
debemos; nuestra gratitud y recuerdo ante Dios.
La
primera lectura de Job nos dice “Veré a Dios; yo mismo lo veré, y no otro,
mis propios ojos lo verán” (1ª lectura: Job 19, 1.23-27a) y, nos recuerda que después de la muerte, la esperanza. Después de esto que llamamos vida, la
presencia de Dios. Porque “nosotros somos ciudadanos del cielo”; no somos de
aquí: hay otra patria, otra ciudad que nos espera.
María
Magdalena, María de Santiago y Salomé al amanecer del domingo se dirigieron
corriendo hasta el sepulcro; creían que Jesús estaba allí (Evangelio: Marcos
15, 33-39; 16, 1-16). Sin embargo, no estaba. Jesús no se queda en la tierra
porque no es de la tierra. Como tampoco ninguno de nosotros se queda en la
tierra; todos tenemos que juntarnos más allá; como muy bien dice el misal
romano, “esperamos gozar todos juntos de la
plenitud eterna de Tu gloria”.
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