Matthias Grünewald, Crucifixión, Retablo de Iseheim, Colmar, Alsacia (Francia), año 1515.
Esta pintura de un retablo del siglo XVI me gusta mucho. Cristo es más grande en proporción que el resto de los personajes. Es una solución gótica libre en una época ya renacentista, pero; al margen de los aspectos técnicos me parece especialmente significativo para los de esta parroquia porque el personaje que se ve a nuestra derecha es Juan Bautista, colocado ahí de manera anacrónica pues había muerto ya antes que Jesús. El pintor lo que desea es señalar quién es la verdadera víctima del sacrificio pascual: Jesús. Los judíos sacrificaban un cordero. Así, bajo el cordero hay un cáliz que recoge la sangre del animal, manifestando así que la sangre no ha sido derramada en vano.
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