Este
niño se llama Nathan de Brito, tiene nueve años y quiere ser sacerdote, y lo
que conmovió tanto a su Santidad es que el niño le dijo " quiero ser
discípulo de
Cristo, un representante de Cristo le dijo entre lagrimas, a lo que el Papa
Francisco I le respondió: "voy a rezar por ti, pero te pido que reces por
mí. A partir de hoy tu vocación, se concretó".
No hay comentarios:
Publicar un comentario