miércoles, 31 de diciembre de 2014

Última entrada de este año




Ya no falta nada para acabar este año 2014. Lo empezábamos con estos deseos .
Hoy; –con esta entrada-, hago la última de este año para esta ventana abierta a todos que sigue siendo el blog de internet de San Juan de Ortoño.

Quiero enviar un saludo a todos los lectores habituales y a los accidentales: Lino desde Dena, Manolo desde su trinchera y su esposa Fuencisla, Elizabeth desde el Pedregal, Calros desde Bertamiráns, dos Susanas, Manuela, María y sus hijas, Benigna, Carmenes y Marías varias desde Os Ánxeles, Bertamiráns, Brión, Covas,…, Ana desde A Estrada, Dolores desde Cuba, Pacita, María José, José y Fina desde Pontevedra, Pablo, Sandra y Javi, Óscar y su familia desde Asturias, Mariluz y Lupe, José de Amador, muchos miembros de la Cofradía de la Peregrina o de la de la Merced, los de Cáritas Parroquial, Teresa, José Ramón que es quien grabó ese vídeo de ahí arriba…y un largo etcétera. Evidentemente os doy las gracias a todos los colaboradores de la Parroquia.

Cuántas veces, al despertarnos por la mañana y pensar en el día que nos espera, nos cuesta ponernos en marcha…y cuántas al llegar la noche ¡derrotados! nos damos cuenta de la gran oportunidad que Dios puso en nuestras manos. Con los años sucede lo mismo, este 2015 es una nueva oportunidad.

Por cierto el Belén del vídeo de arriba lo grabó José Ramón; hermano de alguien al que considero “amigo”. Se trata del Belén de la casa de un amigo suyo de Bama. Me gusta especialmente la escena del inicio. Si os fijáis veréis que además de camellos hay unos elefantes. Es una licencia que el dueño de este Belén tomó por el comentario de un niño que lo estaba mirando:

-“Los camellos no llegan para llevar los regalos de todo el mundo”.

Entonces el autor de este Belén pensó en añadir esos elefantes que llevan la carga para que a nadie le falte…

Esta tarde he llamado a José Ramón para que me repitiese la anécdota. Me ayudó a rezar un rato en silencio. Espero que a todos el 2015 nos dé de ese silencio preñado de vida; de ese silencio que en medio de la noche hace que el amor de Dios nos enseñe el camino, nos alumbre la verdad y nos dé su vida.  Estos belenes todos que habéis ido enviando y que fui publicando en el blog nos ayudan a caer en la cuenta de cómo la ternura de Dios nos envuelve y nos recuerda que fuimos hechos para Él y que teniendo a Dios nada nos falta, y si no lo tenemos a Él, nos falta todo.

 

Vuelvo a la mesa para tomar las uvas junto a mis padres y abuelos. A todos: vecinos de esta parroquia y visitantes de este blog os deseo un muy feliz año 2015.

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